Alone again

Se acerca el último día y, como manotazos de quien se está ahogando, así deberían sentirse contra mi pecho los latidos de mi corazón, pero no, en lugar de ello, a penas late, la sangre que brinda la vida a mi organismo está dejando de circular por mis venas, la resignación la siento en todo mi ser.

Camino mirando hacia el suelo, me siento en cualquier lugar y mis ojos se pierden en el vacío, sin descubrir la plenitud de la vida que nos rodea; no recuerdo qué sucesos de la vida estoy viviendo mientras mi mente navega por la nada.

Estoy perdido en la inmensidad del olvido, todo mi presente se ha reducido a esta palabra, ya nada tiene el sentido que antes tenía, el mundo se ha quedado sin gente para mi, el universo entero es simplemente un negro anochecer, la vida misma me parece una eterna muerte.

La sensación de tristeza me agobia en cada instante, la resaca del amor adormece mi cuerpo y turba mi razón. Mis sentimientos han sido doblegados por la adversidad, por el desamor y su hermana, la soledad.

He caído fulminado por el rayo de la resignación, cuando ya no tengo más cartas que jugar, cuando no tengo más movimientos en el tablero, cuando el jaque mate es inevitable, cuando el descenlace sólo tiene que esperarse, ahí estoy yo, completando un nuevo ciclo de tragedia.

En el pasado no he sabido querer a quienes me querían, pero con gran justicia, se aleja de mi vida una mujer que no me ha amado cuando quise amarla. La ironía de la vida es la mayor de las burlas.