Time
Vuelvo al barro del que salí, al lodo viscoso del que me formaron. Allí me hundiré, cuando la noche y la soledad estén distraídas, cuando nada esté atento a mi acción, desapareceré para siempre.
El misterio de mi existencia se funde en un abrazo eterno con la desesperación de ser quien no fui. Calmada es ahora la vida cuando regreso a la matriz que me alumbró. Desde abajo y al amparo del silencio, no volveré a equivocarme ni a sufrir.
No existirá el día o la noche para mi, el movimiento o la quietud, el bien o el mal, el amor o el odio, un dios o un demonio, simplemente seré inocuo, lejano, ausente, alguien a quien nunca verás, alguien a quien siempre ignorarás.
Quiero tener la tierra por lecho, con los ojos hacia abajo para no volver a ver la luz, sentir la dolorosa rigidez del suelo en todo mi rostro y su frialdad en mi pecho, es mi destino desde ahora hasta la eternidad.
Contemplaré la oscuridad de las entrañas terrestres y los eventos celestiales más allá de los sedimentos que componenen las profundidades del planeta.
Miro los años que pasan sobre los hombres y aprendo más y más sobre su naturaleza, pero del amor nada aprendí, es aquello que nunca comprenderé y que pasa por mi lado huyendo de la peste, de la peste que significo para ella.
Adiós mundo cruel, adiós.
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