Odisea Virtual

Mi vida resumida en colores, desde el blanco en mi niñez, hasta el negro en mis momentos de bajeza. Los sentimientos de soledad los viví como apáticos grises. Los verdes me unieron a la flora y a la fauna de la naturaleza. Pero el amarillo representa mi espiritualidad, mi aspiración al despertar de la conciencia.

Pasaron las diez de la noche mientras camino por las calles de esta centenaria ciudad, entre los Andes, al pie de un volcán. El río desciende cortando la cordillera y sobre este, cinco fuertes columnas de piedra sostienen una vía que, bajo la luz del sol, une ambos lados de la urbe; pero es en la oscuridad, cuando un paseo por este puente se convierte en un viaje por el tiempo, que nos llena de recuerdos o nos traslada a un futuro incierto.

"Te quiero tanto cariño", dijiste en la mañana de un sábado, cuando en los últimos días de verano, sobre el cielo un arco iris nos llenaba de color. En los días siguientes volví a verte, pero en tus labios encontré otro sabor.

Tierra lejana, visión en mis sueños; la mujer de mi vida hoy pisa tu suelo. Dichosos tus paisajes, benditas son tus calles; que guardan con decoro, los pasos de mi amante.

Abandonaste todo lo que nos unía, te alejaste cuando estábamos en la cúspide de nuestro cariño, en la puerta de una nueva vida, en el altar de la iglesia para consagrar nuestro amor. Tantas veces juraste que me querías, mientras tomabas mis manos con ternura. Con tus ojos desnudaste mi alma, consiguiendo que me sintiese tan tuyo, y yo te veía tan mía, como sólo un corazón enamorado puede añorarlo.

Ya no nos comunicamos como antes. Un tiempo atrás nos veíamos en cada noche; ahora intercambiamos un par de mensajes durante el día, pero sólo para discutir. Cuando estamos juntos tu atención no está conmigo, te interesan las conversaciones que recibes en tu celular, o las llamadas misteriosas que no alcanzo a oír, porque te apartas para mantener privacidad.

Si yo pudiera decir lo que pienso Si en mis pensamientos pudiera plasmar lo que siento Si lo que siento fuera puro Y si lo puro existiera... De ti tu amor quisiera Para alejar de mi lo oscuro Limpiando mis virtudes de un burdo lamento Que me tiene como un cielo borrascoso. (Publicado en noviembre 21 de 2008)

Soledad es la que siento sin la dicha de tu presencia, después de años de esperarte, después de años de alejarte, vive en mí tu recuerdo como el fuego que no consigue apagarse. ¿Dónde estás hermosa flor? ¿En qué paraje te encuentro? Porque te busco cada noche en mis sueños, y en los días mis ojos recorren cada centímetro de este universo.

Fuera de México y Estados Unidos, los corridos no son conocidos (llegan a confundirlos con rancheras), pero me resulta un género musical interesante, lo vengo escuchando hace como 30 años, aunque sólo conozco los interpretados por Los Tigres del Norte. El siguiente video pertenece al grupo mencionado. La letra explica qué es un corrido. Como todos estos, es interpretado con una cadencia muy lenta y repetitiva de la batería, seguido por guitarras y adornado por un acordeón. Pueden ser cantadas o habladas, pero casi siempre con voz "chirriona", estirando hasta el infinito la última sílaba de cada línea. Pero lo mejor es la letra, así que escúchenla.

Es noche de luna. Suenan las campanas después que el sol se apagó.

La mañana empezó con un beso en su mejilla y una flor entre sus manos. Era el primer día de primavera, como hace 50 años, cuando nuestro amor cruzó las fronteras de los pensamientos, dudas y temores, para juntar nuestras manos como una cadena de perpetua unión. Sucedió tanto tiempo atrás, pero recuerdo ese suspiro que de su boca inhalé; fue con un beso que selló mis labios desde día, hasta este amanecer. Y en el umbral de esta mañana, los años no han pasado, porque cada vez que nos besamos, regreso a ese día cuando este romance nació: con una mirada furtiva de sus ojos y un beso robado que no olvidaré.

Era el final de nuestros sueños, el último adiós. Caminábamos por las calles en una conversación forzada, cuando el sol ya se alejaba por el horizonte, y largas sombras se estiraban debajo de los edificios coloniales de esta centenaria ciudad.  

Penélope.—Hace veinte años que no me tienes en tus ojos. Odiseo.—Fue sólo un día. Penélope.—Así que en un día viste todo el mundo. Odiseo.—Sí. Y hay mucho que es sagrado y hermoso. Pero nada tan hermoso como mi propio mundo, que puedo tomar en mis manos y saber que siempre será mío. Odiseo.—Tú eres mi mundo. ( Clic para oír la música de la escena.)

Un suspiro lejano en mi oído he sentido, causando admiración y pena, por la larga distancia que ha recorrido y por el dolor que este lleva, quedando yo conmovido, hasta gritar ¡libertad! para este corazón cautivo. En ese hálito, no son uno ni dos, son largos los versos que vuelan escritos sobre el viento, líneas de profunda emoción que delatan los sentimientos más ocultos, de aquel que a distancia no contuvo su aliento y lloró.

Casi dos décadas han pasado de constante búsqueda. Es este uno de los descubrimientos más importantes en mi vida. Nadie me acompañó en este aprendizaje, pero seguí. Me reconforta saber que aún hay tiempo para aprender de mí mismo.

Encontré una simpática nota titulada: 7 legendarias canciones rusas que se conocen por todo el mundo , en el diario Russia Beyond. Yo pensaba que Katiusha era la más conocida, pero aquí nombraron a Kalinka, y como son canciones rusas en un artículo preparado por rusos, la fuente resulta muy confiable. Disfrútenla.