Va por ahí
Abandonaste todo lo que nos unía, te alejaste cuando estábamos en la cúspide de nuestro cariño, en la puerta de una nueva vida, en el altar de la iglesia para consagrar nuestro amor.
Tantas veces juraste que me querías, mientras tomabas mis manos con ternura. Con tus ojos desnudaste mi alma, consiguiendo que me sintiese tan tuyo, y yo te veía tan mía, como sólo un corazón enamorado puede añorarlo.
Pero tu promesa de amor se perdió en la honestidad de mis sentimientos, convirtiendo tú —lo nuestro— en una aventura, en un juego que robó mis ilusiones, tirando toda esa ternura a un pozo sin fondo lleno de dolor.
Eres ese pasado que me niego a recordar, esa angustia que carcomió mis esperanzas, la lágrima que rodó desde mis ojos para perderse en alguna calle de esta ciudad.
Ahora, va por ahí buscando un nuevo delirio, a otro romántico enamorado que se pierda en el fraude de su cariño, a quien se entregue a la pasión de sus engaños y a los versos floridos de su retorcido ingenio.
Ahora, va por ahí buscando un nuevo delirio, a otro romántico enamorado que se pierda en el fraude de su cariño, a quien se entregue a la pasión de sus engaños y a los versos floridos de su retorcido ingenio.
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