Sin tu amor
Y
pensar que hace dos semanas escuché de tus labios decirme que no
deseabas una relación con cualquier persona... pero a tus palabras el
viento se las llevó.
Hoy,
cuando más oprimido estaba mi pecho, me escribiste la verdad que no
querías contar, que ya tenías alguien a quien mirabas con pasión.
De
repente se agotó mi inspiración, las palabras ya no fluyeron con
habitual destreza y mis pensamientos se turbaron llenos de dolor.
Los
colores de la naturaleza me parecieron pálidos recuerdos de una melodía
primaveral. Del cantar de las aves cuando despertaba la aurora, no ha
quedado más que un grotesco silbido que me levanta del trance que
significa ahora soñar.
Mi
prosa no es la misma de anteayer, ya no puedo escribir con alegría, mi
mente desconcentrada se conduele ante las lágrimas de mi corazón.
Hasta
hace poco, en medio de la noche, mientras cruzaba el río, divisaba las
constelaciones y era cuando distinguía a la Cruz del Sur, la que en
largos viajes de juventud me acompañó.
La
celestial figura me recuerda hacia donde mirar para extrañarte, es la
brújula que me guía en las noches cuando no estás contigo.
Y
ahora me quedo solo con mi cruz para acompañarnos como en tiempos
pasados, yo comtemplaba su belleza y ella admiraba mi pequeñez; entre
ambos navegábamos por la infinidad de los pensamientos viajando a través
del tiempo.
Su
guía desde las alturas me ayudará a sobrevivir el periodo que está por
venir. Calladas serán las noches y pasaré por aquel puente quizá sin
mirarla, porque ver lo que me señala entristece mi corazón.
Es
el enigma para un enamorado cuando llega el desamor, es la hora de
sentir el aire helado que corta mi rostro, aunque por dentro esté
ardiendo por un reencuentro.
Esta
noche no encontraré abrigo, sólo me espera el frío invierno de mi
habitación, un rincón vacío donde nadie oirá, lo que por fuerza del
desconsuelo, se puede expresar en el silencio.
Y
la cruz, la Cruz del Sur, me esperará en el cielo nocturno hasta volver
a vernos, pero si acaso no despertara del largo sueño, apuntará al sur
para recordarle al mundo en donde se quedó mi anhelo.
No te odio o te guardo recelo
Pero es mi descontento saber de ti
Y perdona si te ofendo con mi lejanía
Pero mañana es un nuevo día
Para amarte en silencio.
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