Inti y Sisa
¿Dónde estarás Sisa? ¿Dónde estás? ¿Por qué no te encuentro?
Te he buscado bajo diez mil lunas y sigo sin saber de ti.
¿Cómo puedo continuar sin tu presencia?
Si tu eres mi alma gemela, la mitad de nuestro todo, mi otro yo.
Si tu eres mi alma gemela, la mitad de nuestro todo, mi otro yo.
Quisiera pensar que tu si lo lograste y ya no has reencarnado entre los seres vivos, que resides ahora entre los inefables, aquellos que son de pura luz y están en lo alto del firmamento.
Pero a mi me olvidaste entre los mortales, en un valle de lágrimas rodeado de gente malvada y hostil.
Te cuento que cuando descubría un pálido reflejo de tu ser en alguna criatura humana, indagaba en ellas las verdades que sólo tú y yo conocemos. Pero al descubrir que nada de esto las despertaba de su letargo de inconciencia, mi decepción era grande y continuaba con mi soledad.
Viajé por mis sueños en tu encuentro sin ver la luz de tu alma. Miré al cielo buscándote, pero mis ojos no pudieron divisar tu destello.
Con el tiempo comprendí que no te encontraría, yo no estaba listo para continuar el camino que en otra vida elegimos. Me perdí entre la angustia de los pasos olvidados, en una noche cualquiera... y después el sol se ocultó para mi.
No recuerdo cuando nos separamos, debió ser el momento más triste que nos embargó. Pasamos al estado de los muertos y mientras tu ascendías para compañar a todos los ángeles, yo retorné a este mundo prevaricador, al que ya no perteneces.
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