Psico Odisea - El laberinto
Es exacto, cuando buscamos nuestra escencia sumida entre las pasiones y aquellos defectos que nos caracterizan; el amor, como primer motivador que nos impulsa a buscar lo que consideramos bueno o digno, se viste de blanco y se atavia de todas las virtudes que tenemos. Pero la antítesis, quien siempre está presente cuando buscamos la libertad, la conciencia, nos confunde, nos sonríe, nos hace bromas, nos asusta.
¿Es acaso el amor el fruto de aquella incipiente conciencia que aún nos queda? ¿Cómo es que esa chispa divinal, brillante escencia que resplandece en el incógnito de nuestra debilidad, nos llama a través de una población ilimitada de seres inicuos? ¿Puede nuestro amor avanzar por entre la confusión y el caos para llevarnos a lo único que nos hace humanos?
No, no puedo definir ni inferir, si quiera, lo que espera al que se deja guíar por las afectuosas manos del amor.
¿Cuanto más puedo esperar en el limbo de la conciencia y la inconciencia? ¿Hay alguien en este mundo que pueda hundirme en el abismo abyecto de la infinita perdición? ¿O puedes tu ¡Oh! Divinidad Absoluta, anhelo primigéneo de toda criatura, llevarme más allá de este laberinto por el que cruza mi vida?
Comentarios
Publicar un comentario