Psico Odisea - El desdoblamiento astral
La noche empieza con los sentimientos encontrados, mis yoes desean adueñarse de esta poderosa máquina humana, capaz de transgredir dimensiones si así lo desea.
Es un nuevo intento para evadir el sueño y abandonar la forma física. El mundo astral me rodea y yo no puedo ingresar a este para viajar por el universo a velocidades que la luz envidiaría.
En este lugar mis miedos toman una forma perceptible a mis ojos, algunos son rojos y con cuernos, otros son animaloides terribles que asustarían aún al más valiente. Pero este lugar es el mejor para encontrarme a mi mismo, para ver cara a cara mis debilidades.
Controlar el desdoblamiento astral no es tarea sencilla, se requiere mucho tesón y valor para llegar a esta dimensión y no amedrentarse con los seres que pueblan esta región desconocida por el hombre ordinario. No hace mucho tuve que pelear contra un demonio que atacaba mi mente astralmente.
No vengáis a buscarme durante mi sueño, tengo mi habitación fortificada con fuertes conjuros y mi determinación te sorprendería. Esta vez voy por todo, la oscuridad ya no me asusta, mi real Ser está esperándome muy lejos de aquí, no puedo retrasar más este encuentro.
He pasado por muchas existencias y en esta debo lograrlo, quizá sea la última oportunidad, el canto del cisne que acompaña al deceso final. Pero si fracasase, al menos no me iré a la otra vida sin aniquilar a esos demonios que no cesan en su intento por detenerme.
Por el sendero que transito, es la soledad mi única acompañante, camino hacia adelante aún sin una sombra que me siga y sin un dios que me guíe; me basto con una espada que cargo a cualquier lugar a donde voy.
Atravesaré el umbral que se encuentra entre el sueño y la vigilia, debo esperar pacientemente el momento y salir con cuidado, comprobar si ya estoy en ese mundo onírico, mirar la profundidad de la noche y alzar el vuelo dejando atrás la comodidad y seguridad de mi habitación.
Desplazarse volando por la inmensidad de la quinta dimensión puede desconcertar a muchos eruditos y religiosos, pero yo no soy dogmático ni convencional. Cualquiera de estas noches me alejaré del plano físico y estudiaré directamente los secretos del universo, pero no esperes que se lo cuente al mundo, cada uno debe ganarse este conocimiento con su esfuerzo.
Aunque siempre están esas criaturas que me siguen a donde vaya, que pelean contra mi en cualquier momento del día y de la noche, que buscan con todas sus fuerzas amedrentarme para que deje el sendero de la incomprensión, para que tome el desvío hacia la normalidad, hacia la felicidad, hacia la humana luz.
Si en este mundo tridimensional no encontré una compañía, espero que en la pentadimensión alguien esté esperándome, aunque voy sin esperanzas de encontrar ayuda, sólo quiero la luz de la conciencia, llegar a la fuente que está llamándome, saber qué desea de mi, conocerme a mi mismo.
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