Cinco minutos
Quédate solo cinco minutos más...
Porque en solo cinco minutos,
escribiré un soneto con mis dedos
sobre tu blanca piel desnuda.
Después libaré el néctar de tu copa,
enredados entre caricias y besos,
susurros, mordidas y mucho más.
Terminaré ese tiempo eterno,
tocando bajito tu guitarra,
cantándote hasta que duermas.
Y te arroparé en este pecho mío,
porque solo verte feliz...
es mi propia felicidad.
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