No me haces bien

No puedo olvidar cada una de tus historias, de tus mentiras. Cada día que pasa, desde que regresaste, está siendo un tormento de dudas y de ansiedad; pero es todavía peor, saber que no te arrepientes y que no buscas llegar a mi corazón. Quisiera nunca haberte conocido, pero ya es muy tarde; en verdad, estoy igual de perdido cuando no estoy contigo.

Otra vez mi mente se llena de recuerdos, de esperanzas vanas, de ilusiones perdidas, de pena secreta, de este maldito rencor. Pero aunque has regresado, ahora te siento más lejos que nunca, fría, llena de secretos, tan distante que no puedo alcanzarte ni con el pensamiento. Y no puedo creerlo, pero hasta miedo estoy sintiendo.

Tantas palabras, tantos adornos, pero en efecto, ningún acto ni hecho concreto, siempre a la espera, siempre pasiva, no sientes motivación conmigo... Ya no sé para qué regresaste, y mucho menos sé, para qué me hablaste de amor.

Es tan doloroso tenerte cerca y sentirte ausente. Pensar que cuando volví a verte, sólo quise besarte; pero que ahora, pocos días después, sólo quiero que te marches.