Vértigo sobre la cornisa
El siguiente amanecer lo esperaré despierto como cada noche sin dormir.
En mi cabeza la descabellada idea tiene sentido,
pero es mi corazón que me infunde el valor.
El mundo no existe para mí mientras sólo escucho silencio en este amanecer,
pero cuando transcurra el día,
sólo silencio proferiré de mis sellados labios.
Una noche, un día, un atardecer... Ahora son todos iguales para mí.
La sonrisa de mi rostro se borró,
mi apacible voz se extinguió.
La tristeza apagó el brillo de mis ojos, y aún la eterna apatía por vivir.
Volvió como un huracán que todo se llevó,
arrancando mi sueño y mi porvenir.
¡Cuándo acabará este nuevo tormento, este sufrimiento, esta soledad!
El miedo me envuelve con sus fríos brazos,
La vida se terminó otra vez.
Dónde está el consuelo, el cálido abrazo, las palabras de aliento.
El beso en la frente, la mano que acaricia,
la sonrisa que anima.
Cansado por morir en silencio, por acumular tanta nostalgia de tanto tiempo.
Sí, creo que podría hacerlo, pero no sé...
...no sé si aún después del suceso, esta soledad se alejará.
Sí, creo que podría hacerlo, pero no sé...
...no sé si aún después del suceso, esta soledad se alejará.
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