Ausencia
Es otra mañana que despierto muy temprano con el matutino sol naciente, movido por la resaca del final adiós, con la triste sensación de vacío que llenó mi mundo cuando todo terminó.
De pronto el amanecer me pareció gris y el canto de las aves simples ruidos molestos; después el bullicio de las calles se volvió insoportable. Al final del día, cuando las horas vespertinas pasaron, en una esquina de un olvidado parque encontré el espacio silente para pensar en ella.
Es en este pequeño refugio donde puedo revivir su presencia junto a mí; aquí es donde mi pasado se convierte en mi presente, y en donde su ausencia se torna omnipresente. Oigo su juvenil sonrisa muy cerca mío, y mis ojos brillan nuevamente por un instante, como cuando yo le pertenecía. Su dulce voz que antaño era la fuente de mi tranquilidad, se perdió como un nostálgico recuerdo que no me alegrará más.
Me pregunto si es mejor soportarlo todo por mantenerme a su lado... y la verdad es que sí, porque de ella yo estoy enamorado.
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