Propósito para 2021
Es domingo 3 de enero, empiezo a escribir a las 11.15 de la noche, mientras ceno unos panes árabes comprados en el supermercado, allá por el mediodía; a penas he llegado a casa del trabajo. Escribo mientras disfruto la narración de un audiolibro, con música de piano como fondo; es un viejo de mierda el que lee, tiene la voz áspera de tantos cigarrillos y borracheras, pero de alguna forma exacta para el texto irreverente del autor.
Terminé 2020 trabajando más de 12 horas todos los días, con domingos y feriados, incluyendo el 25 de diciembre y el 1º de enero. No hay tiempo para lavar la ropa, o para elegir una vestimenta diferente, o para distraerse; ni aún tengo tiempo para los artículos más serios por publicar, en este blog y en el videoblog.
Es un mometo propicio para citar a Vallejo: "hay hermanos, tanto por hacer".
Bukowski, escritor mundano, directo, y —regularmente— procaz, escribió una frase que compete a una situación como la que describí arribo:
"A los esclavos nunca se les paga tanto como para que se liberen, sino a penas lo necesario para que sobrevivan y regresen a trabajar."
Entonces, ya sea como empleador o empleado, tengamos tiempo libre de calidad. Este es un buen propósito.
Pero si deseas trabajar más tiempo, te contaré mi experiencia y mi razonamiento.
Todo este esfuerzo sembrando en los últimos meses junto a mi socia, nos permiten cosechar y contratar más personal. El país progresa con gente así. Aún tengo tiempo para emprender en otras áreas, aunque no mucho tiempo... solo minutos, que por ahora bastan. También algunos minutos para seguir buscándome a mí mismo, para arreglar la descompostura de mi psique, esa que me está matando más que el trabajo.
Conozco un alemán que está viviendo en esta ciudad, que publica fotos entregando regalos a los niños necesitados. Es una buena obra. Conozco a alguien que ha construido un edificio en 2020, brindando trabajo a 30 o más empleados que ganaron un sueldo decente por varios meses, realizando la labor que conocen, que les permitió alimentar a sus familias, darles educación, distracción, y más.
¿Quién aporta más a la sociedad? ¿Quién trata a las personas como personas dignas? ¿El que les obsequia un regalo o el que les entrega trabajo?
La respuesta es obvia. Algunos en esta sociedad deben esforzarse más y asumir más riesgos, para que el resto disfrute ese tiempo de calidad.
Creo en el capitalismo, no en el asistencialismo. El mismo Jesús de Nazareth no regalaba, enseñaba. Cualquier sabio actuó así, bastará con revisar la historia de nuestras civilizaciones.
Equilibrio.
¡Eureka, esta es la respuesta! Será el propósito final para 2021.
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