Tacna, ciudad intransitable

En los últimos años la ciudad de Tacna, ubicada en el extremo sur del Perú, adolece de embotellamientos vehiculares en sus principales vías de transporte.

Los semáforos brillan por su ausecia y los policías de tránsito eran conocidos por empeorar la situación, los vehículos no avanzan, los peatones no pueden cruzar al otro lado de la avenida, etc. Hace 1 mes ya está la policía femenina colaborando con la dirección del tránsito.

Los pocos paraderos formales no son respetados, el transporte público se detiene en cualquier lugar donde haya un posible pasajero o cuando le dicen "baja" al chofer, ya nisiquiera se pegan a la vereda derecha para recoger o dejar al peatón. Estoy cansado de esos conductores y cobradores mugrosos, minibuses saturados, combis asesinas donde todos nos hemos golpeado la cabeza, de esos choferes que nunca se abrochan el cinturón de seguridad, de asientos rotos y ambientes malolientes, de mujeres jóvenes que no ceden el asiento a ancianos sólo porque son mujeres y de público que se muere de vergüenza en reclamar por mejor trato.

Y los semáforos mal ubicados... siempe los colocan pegados al crucero peatonal y los que están en la primera fila de autos nunca puede ver el bendito semáforo, ni siquiera los peatones que cruzan la pista por el crucero peatonal pueden verlos.

Recuerdo que hace 15 años había más cultura víal -aunque nunca suficiente- pero vino en decadencia desde el primer gobierno de Fujimori. Una década después, con el auge económico y la incapacidad de los gobiernos regionales y municipales por desarrollar un plan víal apropiado, se llegó al punto en que estamos hoy.

Cabe mencionar que estos gobiernos locales no saben más que construir veredas, se nota que no tienen plan de gobierno; pero esta es otra historia...

Felizmente y para beneplácito de quienes transitamos esas arterias, la Municipalidad Provincial de Tacna está licitando la compra de semáforos y sistemas electrónicos de control, incluyendo compra de semáforos peatonales. Pero luego de revisar las bases del proceso encontré algunas deficiencias en los criterios de evaluación que se aplicarán al postor.

En la experiencia del postor se calificará con 0 puntos a quien demuestre 2 veces el valor referencial, que asciende a más de S/.657,421.00, es decir que no hay puntaje adicional para las empresas que hayan vendido 1 millón de soles en semáforos, que es una cantidad elevada.

En la garantía de los equipos se otorgará 10 puntos al que oferte 6 meses adicionales de garantía ¡Qué ridiculez! En vez de mejorar la compra lo que logran es denigrar el valor total de lo equipos con garantías tan escuetas. Las garantías deberían bonificarse por periodos adicionales de 12 meses; por ejemplo la mayoría de computadoras de marca (HP, Lenovo, Dell, la nacional Advance, etc.) se venden con 3 años de garantía estándar de fábrica y son equipos más sensibles y con más componentes eléctricos y mecánicos que un semáforo.

El factor plazo de entrega es el más extraño de todos: se bonifica con 20 puntos al que entregue los 200 semáforos en menos de tres días calendarios... yo no creo que exista una empresa que tenga en su almacén más de medio millón de soles de sus productos si estos son de poca rotación. Para mi que sólo el embalaje de esos 200 semáforos tomaría 3 días calendarios.

¿Qué puedo deducir? Sólo dos alternativas:

1º Quienes elaboraron estos criterios de evaluación no saben comprar, porque no obtienen mayor valor agregado por el mismo precio.
2º Parece que esta licitación pública está orientada a una empresa o a un grupo común de ellas que condicionan los factores de evaluación para obtener la buena pro.

Mejorar el tránsito en la ciudad es una excelente noticia, pero sería mejor si quienes participan en la preparación del proyecto estuvieran plenamente calificados y dispuestos a obtener lo mejor para la ciudad.

Me atrevo a sugerir que también se invierta en capacitación, si, esa palabra que para las entidades estatales no existe. Inviertan en capacitar constantemente a los choferes de transporte público, reúnanlos en auditorios y capacítenlos en educación víal, enséñenles que respetar las reglas no es de tontos. Basta de la viveza criolla e informalidad.