Crítica a Exterminio: La evolución
Es una película bien recibida por la crítica especializada, pero con ciertos matices que podemos —y debemos— mencionar.
La evolución de los zombies en esta tercera entrega implica una sociedad zombie, por lo tanto una jerarquía entre estas criaturas, que desde siempre se definen como seres irracionales y sedientas únicamente por sangre. Aquí encontramos una contradicción. Pero vamos a concederle al director la libertad para cambiar la esencia de los zombies.
También podemos concederle que estas criaturas evolucionen de forma dispar y en sentidos inesperados en tan solo 28 años. Aunque aquí ya estamos jalando un poco el argumento.
Pero no puedo concederle que un niño de 12 años sea capaz de semejantes "hazañas". Aunque alguien argumentará que se vivía como en la edad media y los niños debían madurar con mayor rapidez, desde mi perspectiva no parece lógico.
También hay otras muestras de irracionalidad, pero no las mencionaré para evitar cualquier otro avance de la película (spoiler).
Sin embargo la ambientación es destacable y la participación de los protagonistas es convincente. Junto con estos está el trabajo con los efectos sonoros, que aumentan la sensación de peligro, muy necesaria en una película de zombies.
El personaje de Ralph Fiennes me gustó, tanto por su misterio como por su desarrollo. Este actor es garantía de que la película estará bien.
Antes del final encontramos esa maravillosa escena alegórica que deberíamos recordar siempre: memento mori.
Y es que la película podría reducirse solamente a la cuestión existencialista resuelta, porque es un capítulo que contrasta el resto de la obra. Casi podemos decir que son dos película distintas.
Después de cerrar esta alegoría, la película decae en lo comercial y en la intrascendencia.
6.5/10. Es preferible verla en cine.

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