Crítica a La Fuente de la Vida
Mientras la industria del cine diseña sus películas con fórmulas comerciales básicas para ganarse el dinero, el séptimo arte nos rescata con "La Fuente de la Vida" (2006).
Aronofsky se toma 90 minutos para exponer el dilema de los opuestos que enfrenta cualquier existencia, mediante alegorías, pasajes históricos, situaciones reales y creencias espirituales.
No deseo decir mucho más de la película porque se las arruinaría, realmente vale la pena descubrirla por sí mismo. No es recomendable para quienes no gustan de películas abstractas.
Las actuaciones de Hugh Jackman y Rachel Weisz ayudan al espectador a seguir cada minuto; realmente nos transmiten lo que están viviendo, sus emociones y pensamientos.
La banda sonora no pasa desapercibida, en todo momento acompaña la historia resaltando con notas altas del violín, las revelaciones y sentimientos que se van sucediendo.
La palabra clave es trascender. Como humanidad, nuestra ciencia podría alargar nuestras vidas muchos años más, pero siempre morirá este cuerpo. Por esto se hace necesario comprender que nuestro físico es parte de un ciclo universal. Como entes individuales debemos sobreponernos a nuestros miedos, prejuicios y conceptos, trascendiendo a nuestros cuerpos físicos para regresar a la fuente.
Sí, un poco Nietzsche, Leibnitz, Spinoza, budismo... conjugados con mitología maya.
Dentro de lo que no me gustó, está la visualización del aspecto zen del hombre alma, cuando el drama existencial se enfoca desde la cosmología maya. La narración de la película podría resultar engorrosa para muchos espectadores, porque la historia se desenvuelve en tres planos temporales que se alternan indistintamente, no de forma rectilínea, parabólica, o con alguna otra tendencia predecible; siendo necesario estar atento al detalle, porque cualquier parpadeo podría quitarnos la oportunidad de enlazar todos los pasajes.
A mí me gustó casi en su totalidad; espero encontrar más temas como este en la pantalla grande.
Aronofsky se toma 90 minutos para exponer el dilema de los opuestos que enfrenta cualquier existencia, mediante alegorías, pasajes históricos, situaciones reales y creencias espirituales.
No deseo decir mucho más de la película porque se las arruinaría, realmente vale la pena descubrirla por sí mismo. No es recomendable para quienes no gustan de películas abstractas.
Las actuaciones de Hugh Jackman y Rachel Weisz ayudan al espectador a seguir cada minuto; realmente nos transmiten lo que están viviendo, sus emociones y pensamientos.
La banda sonora no pasa desapercibida, en todo momento acompaña la historia resaltando con notas altas del violín, las revelaciones y sentimientos que se van sucediendo.
La palabra clave es trascender. Como humanidad, nuestra ciencia podría alargar nuestras vidas muchos años más, pero siempre morirá este cuerpo. Por esto se hace necesario comprender que nuestro físico es parte de un ciclo universal. Como entes individuales debemos sobreponernos a nuestros miedos, prejuicios y conceptos, trascendiendo a nuestros cuerpos físicos para regresar a la fuente.
Sí, un poco Nietzsche, Leibnitz, Spinoza, budismo... conjugados con mitología maya.
Dentro de lo que no me gustó, está la visualización del aspecto zen del hombre alma, cuando el drama existencial se enfoca desde la cosmología maya. La narración de la película podría resultar engorrosa para muchos espectadores, porque la historia se desenvuelve en tres planos temporales que se alternan indistintamente, no de forma rectilínea, parabólica, o con alguna otra tendencia predecible; siendo necesario estar atento al detalle, porque cualquier parpadeo podría quitarnos la oportunidad de enlazar todos los pasajes.
A mí me gustó casi en su totalidad; espero encontrar más temas como este en la pantalla grande.
Sé dice que el conocimiento llega a cuando se está listo para aprender. Como novedad esta película muestra al ser en binario, algo que no había considerado más por falta de información que de convicción pero aún así, no le hallo sentido, significa que de no encontrar a mi par no lograré trascender? Mucho por investigar y aprender. Gracias por compartir.
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