Qué opinaba Einstein sobre dios
Ahora entiendo porqué Albert nos saca la lengua en esa foto... ¡se estaba burlando de nosotros!
Ya bastantes memos hemos visto sobre la opinión que tenía Einstein sobre dios. Ahora revisemos una carta donde él hace comentarios al libro del filósofo Eric Gutkind, para conocer las creencias que tuvo un año antes de su muerte.
Recordemos que las opiniones de Einstein en religión o espiritualidad no son contundentes y, como todo ser humano, puede errar, tal como le sucedió con la física de partículas, materia que él no dominaba ni entendía.
Antes de entrar en materia, recordemos dos de los textos que atañen a su —supuesta— religiosidad.
El pequeño Einstein
Alguien circuló el rumor que cuando Eistein era niño, discutió con su profesor de filosofía; aunque no hay prueba alguna de este suceso. Veamos un resumen de la conversación (ver versión completa).
—El mal está en todas partes y Dios lo creó todo, ¿no? —dijo el profesor. Entonces ¿quién creó el mal? Si Dios ha creado todo, entonces Dios creó el mal, por lo tanto si nos basamos en el principio que dice que nuestras acciones nos definen, Dios es malo, hay enfermedades, odio, egoísmo entre otras cosas en el mundo, ¿no?
—Profesor, ¿existe el calor y el frío?
—Sí —dijo el profesor.
—No, no existe. El frío es tan sólo la ausencia de calor, no existe el frío como tal. El calor se mide en unidades de energía pero el frío no, porque el frío no es lo opuesto del calor sino su ausencia. ¿Existe la oscuridad?
—Sí —rió el profesor.
—Se equivoca de nuevo señor, la oscuridad es la ausencia de luz, puede regular la luz pero no la oscuridad, no puedes hacer la oscuridad más oscura pero sí la luz.
—Tampoco existe el mal, profesor; el mal es la ausencia de Dios. Es como la oscuridad o el frío, una palabra que el hombre ha creado para describir la ausencia de Dios. Dios no creó al mal, es el resultado de lo que ocurre cuando un hombre no tiene el amor de Dios en su corazón. Es como cuando el frío llega porque no hace calor o la oscuridad aparecer porque no hay luz a nuestro alrededor.
Ciertamente el pequeño Albert desconocía los nuevos descubrimientos, como el de la materia oscura; es más, en el cielo nocturno vemos muchísima más oscuridad que luz, por lo que la normalidad en el universo no es la luz, sino la oscuridad. De la misma forma sucede con el frío y el calor, pues el cero absoluto rodea al planeta, convirtiéndose en la temperatura estándar universal. Y si el mal es la ausencia de dios, quiere decir que dios no está en todas partes, perdiendo así ese atributo que se le concede a esta divinidad, que es la omnipresencia.
Si alguien queda sorprendido con las palabras del pequeño Einstein, es porque no está analizando.
Si alguien queda sorprendido con las palabras del pequeño Einstein, es porque no está analizando.
El joven Einstein
Einstein, el hombre
Otro rumor sobre el genio de la física nos llega de —supustamente— su puño y letra, aunque nadie ha mostrado la carta original, que según dicen la escribió a su hija. Haciendo cuentas, Einstein contaba con al menos 30 años cuando escribió la carta, se podría decir que era un joven adulto. Revisemos el extracto que he preparado, aunque la versión completa está en Aweita.
Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no ha sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc² aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.
Según el texto, la carta debió ser redactada varios años después de la publicación de la teoría de la relatividad (pues se hace mención a E=mc²), posiblemente después de 1910, aunque la hija (Lieserl) debió nacer en 1900 y morir antes del año.
Analicemos: El amor no es esa fuerza universal, porque para serlo sería necesario que quienes experimentamos el amor (y parece que sólo los humanos), estuviésemos extendidos por todo el universo; pero vemos claramente que este universo es mezquino en vida. A menos que este amor einsteniano también guíe a los planetas, estrellas, agujeros negros y demás. De esta forma, resulta inverosímil admitir que el amor es una fuerza universal, quizá sólo tenga alcance mundial.
Actualmente y con menos apasionamiento, el concepto de amor se reduce a un instinto, a una combinación de químicos que sucede en el cerebro. Hace más de 2,300 años, Platón ya nos dijo que el amor no es esa cosa divina a la que todos ahora le hacen un sacro santo espacio en su imaginario (Ver artículo). Y sin ánimo de ofender al joven Albert, dudo mucho que sus capacidades filosóficas de niño, joven o adulto, sean comparables a las de Platón.
Para los que desean profundizar en una reflexión sobre esta carta, pueden remitirse al blog Dicen que yo dije...
Creer en una carta con ese texto es sólo para los más sentimentales e irreflexivos. Lamentablemente he visto muchos que después de leerla, afirman que la carta dice la mismísima verdad.
En su edad madura, cuando el héroe de la física moderna entraba en su último año de vida, dejó constancia de lo que verdaderamente pensaba sobre dios.
"La palabra dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana", escribía el físico de su puño y letra.
Con un lenguaje llano y sin florituras, Einstein califica la religión judía de "encarnación supersticiosa" como lo son todas las religiones y la Biblia "una colección de leyendas "venerables pero bastante primitivas". (Fuente: BBC Mundo)
"Para mí, la religión judía no adulterada es, como las demás religiones, una encarnación de la superstición primitiva. Además, los judíos, son un grupo al que me alegra pertenecer y en cuya mentalidad me siento profundamente anclado, pero que para mí no tiene ningún tipo de dignidad distinta de la de otros pueblos. Según mi experiencia, de hecho, no son mejores que otros grupos humanos, aunque estén protegidos de los peores excesos gracias a una falta de poder. Por lo demás, no hay nada que me haga deducir que son los elegidos". (Fuente: The New York Times)
Pero, agregan en The New York Times:
Einstein escribió decenas de cartas en las que mencionó a Dios o al judaísmo. “Nadie debería leer una carta de Einstein y pensar que resuelve lo que piensa sobre Dios”, dijo en una entrevista Walter Isaacson, autor de 'Einstein', una biografía publicada en 2007. Sus ideas cambiaban de una década a otra “o incluso de un día a otro”, comentó Isaacson. (Fuente: The New York Times)
"Cada vez que le preguntaban si creía en Dios, respondía cautelosamente: ‘Creo en el dios de Spinoza’”, refiriéndose a Baruch Spinoza, un pensador neerlandés del siglo XVII que tomó ideas de la religión y la historia judías. “Si dices: ‘Creo en el dios de Spinoza’, eso ya está diciendo que tus creencias son distintas de las que tienen otros creyentes. Crees que las leyes de la naturaleza son íntegras y contienen todas las respuestas". (Fuente: The New York Times)
En la "carta de dios" (como se le conoció en esos años), Einstein menciona "la palabra de dios", no dice simplemente "dios". Pero, al decir que cree en el dios de Spinoza, entiendo que es una respuesta mesurada a la pregunta: "¿crees en dios?"; pues el dios de Spinoza no es el que los fieles tienen tradicionalmente en sus mentes, es mas bien una propuesta elegante a la eterna discusión.
Amén.
Como nunca colocas mis comentarios, te aviso por este medio que hay dos errores gramaticales : perjuicio en vez de prejuicio y héreo en vez de héroe. Personalmente creo que Dios es incomprensible a nuestro pensamiento y es más un sentir espiritual, una presencia, una certeza. Espero que pronto le conozcas pues no hay mayor deseo de conocerlo que quien busca pruebas para refutar su existencia. Te imaginas cuán más valioso le resulta a Dios un no creyente convertido? Definitivamente eres de sus mas amados,
ResponderBorrarGracias RJ, en cuanto a "perjuicio", es una cita textual de la fuente, por lo que el error sería no haber agregado Sic. Disculpa si nunca publico comentarios, es porque sólo lo puedo hacerlo desde mi cuenta como administrador, que es diferente de la cuenta con la que publico.
ResponderBorrarTe disculpo ❤
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