¿ Amor en la red ?
Siete de la noche, ya tengo ganas de hacer los deberes finales del día, pero faltan tres horas y media para conectarme a la red.
Son las ocho y los clientes están sentados disfrutando un aromático café con notas a nueces y mieles y también una taza de chocolate de cincuenta y cinco por ciento de cacao, acompañándolos con un mousse de chocolate y la ya clásica torta de zanahoria. Ellos no saben que espero atentamente su partida.
Pasaron las nueve de la noche y los últimos clientes, una simpática pareja, se levanta de los sillones y se acercan a la caja para pagar.
- ¿Les gustó el chocolate? ¿Todo estuvo bien?
- Muy agradable.
- El bombón pisco sour estuvo delicioso.
- Les cuento que ese bombón es uno de los más pedidos
[Sonrisas]
- Entonces son treinta soles.
- Quédese con el cambio. Regresaremos pronto.
- Muchas gracias, los estaremos esperando.
Cierro las mamparas, miro el reloj y comienzo los preparativos para finalizar el día. Pero antes, cambio la música para los clientes, por una que me alegra. Y mientras cumplo con estas labores, pienso si ella ya estará esperándome para conversar, tengo la esperanza de que se quedará una hora más, en lo que me retiro y llego a casa.
Finalmente ya estoy en camino, es una suerte que sólo hay dieciocho minutos de caminata. En mi trayecto, los perros callejeros me siguen cuando cruzo el puente sobre el río. Hay basura amontonada en dos esquinas, una frente a otra, ahí es donde una jauría numerosa disfruta del festín que los vecinos -a diario- les dejan en sus calles. Avanzo por una pendiente pronunciada, hasta encontrarme con un gran can negro que se adueña de un cruce estratégico de calles, vital para llegar hasta mi recinto, me ladra y espera a que lo pase para caminar detrás de mi. Iré con cuidado y sin perderlo de vista.
Ya en mi edificio, subo hasta mi piso, abro la puerta y enciendo la notebook. Rápidamente me visto el pijama, me siento frente al equipo, inicio Firefox, abro una ventana privada y tipeo el nombre del servicio web.
Username, password y enter... "Connecting...". ¡Carajo, qué rápido soy! Pero los milisegundos me parecen una eternidad ¿Por qué el wifi es tan lento?
Ya dentro, ingreso a la ventana de contactos y.... ¡nada! Ella no está, sólo la esfera ámbar al lado de su seudónimo me indica que estuvo conectada hace menos de treinta minutos. Es hora de esperarla conectado al chat. Por si acaso le dejaré un saludo. Clic...
Stablishing connection...
- Hola, ya llegué.
Quince minutos y luego de navegar sin encontrar algo realmente interesante que llame mi atención, sigo sin tener noticias suyas, ella no se conecta. Comienzo a pensar que, como toda mujer, se está haciendo la interesante. Bueno, no me queda más que perder un poco de dignidad en aras de la comprensión, entonces decido dejarle un mensaje, de esos que les gusta a las mujeres.
- Conéctate por favor :'(
Pero mi pequeño plan no rinde frutos, no cae en la trampa. Otros quince minutos y ya estoy por dormir sobre el teclado.
Once y media de la noche. De repente escucho el sonido que emite este software cuando alguien se conecta. Cambio a la pestaña privada y ahí ella está escribiendo algo.
- Holaaaaa ya estoy aqui, no te cortes las venas :) k tal ? como tash ?
- ¡Hola mi amor! Estaba esperándote con muchas ansias.
- cual tu amor oe??? ni te conozco ja ja
- Sólo es para darle emoción al encuentro ja ja
- no te emociones mucho que chateo con varios a la vez :)
- :(
- estas tu y dos mas... ja ja :p
- Entonces tengo el 33% de posibilidad, no es tan malo.
- pero tu % baja porque vives a 1000 km de miiiii y de remate te conectas muuuuuy tarde
- ¿Cómo a cuánto disminuye mi porcentaje?
- mmmmm.... un dígito???
- Glup, comienzo a pensar que mejor es seguir trabajando hasta tarde.
- si dale... al fin uno menos... mentiritas... g g
- :(
...Connection finished
Once y treinta y cinco. Así terminó otra angustiante noche en uno de mis días laborales. Ahora sólo me quedará dedicar el tiempo a leer las noticias internacionales y tratar de descubrir cómo iniciará la tercera guerra mundial ¿será con el dedo que apretará el botón? O cuándo nos invadirán los grises, si los Rothschild algún día perderán su poder, si Montesinos devolverá la plata, si Alan García será reconocido por el pueblo como el peor presidente de la historia peruana... o si yo, finalmente, encontraré el amor.
La próxima vez tomaré la ruta larga para llegar a casa. ¿Ya qué?
La próxima vez tomaré la ruta larga para llegar a casa. ¿Ya qué?
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