Crítica a La chica más afortunada del mundo
Mila Kunis logra una actuación creíble interpretando a un personaje atormentado por la desgraciada de su pasado. El argumento debería importarnos de sobremanera.
Basta de películas facilonas y condescendientes, ya es hora de tomar el toro por las astas, de conseguir que el cine sea reflexivo. Es un tema potente, pero quien no lo ha vivido ni de cerca, solo podría entenderlo teóricamente, como un credo sin experiencia.
La historia no está coherentemente contada, en realidad nos
despista otro argumento paralelo al principal. Los primeros 20 ó 30 minutos no son los mejores. Quizás el personaje
central lleva un camino diferente al que veríamos en la realidad. Entre
otros, los demás personajes son egoístas y superficiales, más
preocupados en su propia felicidad, algo que podría estar exagerado en el
caso de la madre y del prometido.
Intentando conciliar la actualidad de la protagonista con sus recuerdos, la película confunde al expectador en al menos la primera hora. Podríamos discrepar con la actitud fría y egoísta de la protagonista; pero los traumas de la niñez no se superan con facilidad, menos aún los que tienen que ver con una violación grupal; esta es una herida que podría nunca sanar en la víctima, ni en quienes la rodean.
Aquí no se trata de "diosito" o del perdón. La película trata de alguien que solo podía sobreponerse a su trauma, liberando su pasado. En la película dan por sentado que hay otra solución, pero la protagonista eligió el que se desarrolla al final.
Cierto que se sembraron detalles importantes para empujar la obra hasta el descenlace deseado, sin embargo el desarrollo de la protagonista es importante para comprender el mensaje, así que hay que hacer un esfuerzo para seguir el hilo del guión. Por cierto este último no está del todo pulido.
5.5/10. A mí me gustó, no porque sea una película espectacular, es porque se arriesgó, porque no tuvieron miedo en exponer su visión. Es una película valiente aunque poco técnica.
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