Roberto Carlos, el mejor

Su música es la compilación de mis sentimientos, la ilusión eterna, la esperanza de un  mundo mejor, el éxtasis del romance, el desvarío de la razón y, si el amor tuviese alguna lógica, Roberto Carlos me las dice cantando.
Las canciones de Roberto Carlos son las primeras en aparecer en mi memoria musical y son las que mayores sentimientos me producen; en suma, Roberto Carlos es el máximo músico del último siglo, para mí. Me sustento en la variedad de las letras de todo su archivo musical (muchas compuestas por él, otras por Erasmo Carlos y otros compositores), la dulce melodía de todas ellas, el sentimiento tan armonioso sin sobresaltos o altos desatados, además de poseer una voz en extremo romántica. Es un músico completo y a esto agrego una vida limpia, por supuesto con sus altibajos, como todos.

No me pregunten cuáles son mis canciones preferidas porque podría nombrar más de 40, aunque "El gato en la oscuridad" es lo máximo. Si bien los temas recurrentes son el amor y el desamor, estos los presenta creativamente, con metáforas y alegorías; como en "Los botones de la blusa" (pienso que realmente vivió ese momento), "Cóncavo y convexo", "120... 150... 200 Km por hora", "El camionero", "Todo para", etc. Además hay temas esperanzadores ("La guerra de los niños", "Detrás del horizonte", "Un millón de amigos"), religiosos como "Jesuscristo"  o "La montaña" (¡bárbara!), familiares ("Lady Laura", "Mi querido, mi viejo, mi amigo"), también  progresistas (hace 40 años), como "El progreso", letra ecologista y precursora de lo que hoy vivimos; y así con todo su amplio repertorio musical.
Llovía afuera y la capa colgada, asistía a todo y no decía nada. Y aquella blusa que tu usabas, en un rincón cualquiera tranquila esperaba. ("Los botones de la blusa")
No recuerdo otra canción que haya cantando más en mi vida que "El camionero" o "El gato en la oscuridad"; pensar que en el 84 yo era un niño de 8 años y en ese tiempo no habían reproductores como los de ahora, sino los tocadiscos y caseteras, pero me las apañaba para oír "El camionero". Pero hay temas épicos como la "La guerra de los niños" y "Todo para"; alguna interesante y graciosa como "Mi cacharrito" (altamente recomendable). Otras que cuando las escuchas, simplemente tienes que cantarlas porque, ¿no me digas que "No te apartes de mí" no lo merece? Y cómo no sentir un golpe en el corazón cuando escuchamos "Yo te recuerdo" o "Yo te propongo".
Y en respuesta, el cielo se alegró y una luz inmensa apareció; doblaron las campanas, se abrieron las ventanas, la paz tan esperada al fin llegó. Enemigos se abrazaron y juntos festejaron, la fuerza del amor, la paz y dios. ("La guerra de los niños")
Son sus canciones de amor las más reconocidas, sin embargo, con muchas de estas, cuando las canto, no recuerdo a una mujer en particular, simplemente me conmueve la letra, pues conocí toda esta música antes de cualquier amor; sólo recuerdo los tiempos cuando viví con mi familia, aquellos tiempos de niñez y  tranquilidad infinita. Otras son canciones que me llenan de esperanza ("Detrás del horizonte") o nostalgia ("Tengo que olvidar") por la vida y me conmueven hasta arrancarme un suspiro...


Pero el amor no sólo es tristeza, ¿o no llegarías a bailar con "Mujer pequeña" o "Símbolo sexual"? Hasta hay canciones con sentimientos encontrados, que pueden ser de tristeza o alegría, el asunto es  que "Si el amor se va" podrías bailarla y cantarla con lágrimas en los ojos mientras sonríes. No olvidemos a esas canciones que nos hacen meditar en el amor ("La paz de tu sonrisa") ¿Qué dices de "De repente el amor"? Ese fantástico tema a duo con la inmensa Lani Hall. Y las emotivas para los eternos enamorados: "Amante a la antigua", "Desahogo", "Emociones" y otras. Aunque las hay lúgubres como "Cabalgata", "Confesiones" y "Se divierte y ya no piensa en mí"; de esta última canción sólo diré que si alguna vez muero por desamor, quiero que esta canción suene en mi entierro.
"La imagino a ella bailando y dejando que otro llegue a su perfume. Yo no quiero imaginar su fin de noche, cualquier cosa más yo no soportaría. Y prefiero disfrazar lo que siento y no pensar más, qué ironía. Se divierte y ya no piensa en mí..." 
(¡Ufffff! ¡Mátenme, por favor!)
Para quienes no conozcan, también hay rock en su repertorio. Recuerdo que "Negro gato" la tenía en un disco de 45RPM. Como anécdota les contaré que cada vez que escucho "Cama y mesa", recuerdo a mi padre diciéndome, mirándome a los ojos mientras esta canción sonaba en la sala, que debía escuchar la letra y aprender.

Y cómo olvidar la versión de "El día que me quieras", es simplemente la mejor interpretación de esta.

Es la tercera vez en que Roberto Carlos llegará a Lima; lastimosamente no lo contratan para presentarse en otras ciudades de Perú. Podría viajar para verlo, pero no soy tan fanático (o "fan"). Su música es lo máximo para mí, pero quiero mantener el recuerdo de su música tal como la conocí, cuando su voz era la mejor que podía darnos, cuando estaba en la flor de su vida; pues amo su música, no su imagen. Pero cada vez que, por estos días, escucho alguna canción de Roberto Carlos en la radio, siento un golpe en mi corazón y un susurro en mi oído que me dice: tienes que ir...

Le deseo lo mejor a Roberto Carlos y no queda más que pedirle disculpa por no volver a asistir a su concierto.
¡Gracias Roberto!

Comentarios

  1. Sabio padre. Odiseo ... la escuchaste es seguro, pero ... aprendiste? Cuéntanos odiseo!!! *o*

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