Quiero perderme contigo

Un amor platónico en mi corazón vivía, mientras tus ojos destellaban frente a mi, o mientras las palabras fluían por tus labios, aquellos como el rojo carmesí.

Antes de dormir, al escribír versos con tu recuerdo; tus fotos, tu sonrisa, tu mirada, todo tu ingenio y tu creatividad, me atraparon en un mundo de sueños, donde éramos tú y yo.

Pasear contigo bajo la lluvia, platicando de cualquier cosa bajo el mismo paraguas; tan cerca de tu calor, tan cerca de tus sonrisas, y tan cerca de tus manos... mi amada.

¿Tomamos un café? Sí, sentados frente a frente, mirando tus movimientos, perdido en tus labios y sintiendo tu mirada. Enloquecer por dentro si dices mi nombre, pero por fuera, con un beso en la mejilla, ser tu amigo en la despedida.

Si te acompañó algún pretendiente o amistad, era el final para mí. La angustia de un imposible, el dolor del rechazo; era la conclusión de un amor platónico que se derrumbaba, si otro hombre se acercaba, o algún gesto de emoción por él te alteraba.

Sólo quiero perderme contigo, donde la gente no nos vea y nadie más exista para nosotros. Aislarnos del mundo, como el polo positivo que no se junta con el negativo; ocultarnos como el sol en el ocaso; desaparecer como la luna nueva; y pasar inadvertidos, como el aire que se respira.