La Sala del Fumador
Muchas veces nosotros los fumadores nos sentimos relegados de la sociedad, es este peculiar "habito" que nos acompaña desde mucho tiempo atras, quizás la indolencia de la comunidad que nos tiene como unos seres especiales los cuales tenemos que alejarnos de cualquier lugar que requiera un espacio público.
En realidad deberiamos exigir un lugar especial para nosotros aunque soy conciente que perjudicamos el ambiente y la salud de otras personas no fumadoras, siento como una sensación de exclusión a cada lugar donde voy, escapando a lugares al aire libre cada vez que siento esta tormentosa necesidad de aspirar este cancerigeno elemento, se que me hace daño, lo reconozco, este idilio algun dia terminará.
Pero es esta sensación de agorafobia o claustrofobia en cualquier exposición o reunión que en realidad ve pazmada mi conducta avergonzándome a mi mismo pero al mismo tiempo limitando mi accionar diario porque los fumadores somos personas ansiosas pero con mucha sensiblidad, no es un esteoritipo ni justificacion.
Pero esa sensación la percibo, ese placer mórbido de aspirar monoxido de carbono y tabaco, hasta perjudicar nuestras vias respiratorias nos hace seres quizás algo masoquistas una mezcla morbosa de placer y mortandad, una simbiosis entre tranquilidad y frustración .
Las veces que tenemos que salir y llevar nuestras baterias de cigarrilos cual municiones para la guerra o baterias para la subsistencia nos hace seres dependientes casi vulnerables al sentirnos señalados como perturbadores de la tranquilidad pero eso es en realidad casi un estigma que tenemos que cargar
Pero cosas de la vida nuestro "peligroso" hábito no perturba nuestra conciencia, como otros vicios como el alcohol que reduce nuestra conducta a una insania y una suerte de mr hide y jekil absurda, reconozco que no tomo mucho y que me considero ecuánime al momento de tomarme unos tragos.
Pero para mi particularmente, ver que la guerra de publicidad de los cigarrillos se ha visto perdida ante la multitudinuria voragine de avisos de cervezas y otros tantos tragos en medios masivos de comunicación me hace exasperar, miren cuantos accidentes de tránsito en el mundo ocurren por el consumo de alcohol o cuanto frenetismo ante el estímulo de esas bebidas en las fiestas y reuniones, en realidad me siento y tomo mi café pasadito en el starbucks o el 4 d de lima en una zona reservada para fumadores leyendo un buen periodico por supuesto cortesía del establecimiento y enciendo mi cigarro leo los policiales y sigo observando muertes y accidentes por el comsumo de alcohol, es cierto las estadísticas no engañan el cigarrillo también es un silecioso agente mortal de caronte que nos viene a recoger en cualquier momento pero mientras termino mi café y me preparo a retirarme recuerdo con nostalgia cuando me fumaba un cigarrilo en el cinematografo de Barranco y nadie decia nada.
Apago mi cigarrilo y me siento tranquilo, preparo otro día de labores hasta la vista.
Enviado por TELEFUNKEN
En realidad deberiamos exigir un lugar especial para nosotros aunque soy conciente que perjudicamos el ambiente y la salud de otras personas no fumadoras, siento como una sensación de exclusión a cada lugar donde voy, escapando a lugares al aire libre cada vez que siento esta tormentosa necesidad de aspirar este cancerigeno elemento, se que me hace daño, lo reconozco, este idilio algun dia terminará.
Pero es esta sensación de agorafobia o claustrofobia en cualquier exposición o reunión que en realidad ve pazmada mi conducta avergonzándome a mi mismo pero al mismo tiempo limitando mi accionar diario porque los fumadores somos personas ansiosas pero con mucha sensiblidad, no es un esteoritipo ni justificacion.
Pero esa sensación la percibo, ese placer mórbido de aspirar monoxido de carbono y tabaco, hasta perjudicar nuestras vias respiratorias nos hace seres quizás algo masoquistas una mezcla morbosa de placer y mortandad, una simbiosis entre tranquilidad y frustración .
Las veces que tenemos que salir y llevar nuestras baterias de cigarrilos cual municiones para la guerra o baterias para la subsistencia nos hace seres dependientes casi vulnerables al sentirnos señalados como perturbadores de la tranquilidad pero eso es en realidad casi un estigma que tenemos que cargar
Pero cosas de la vida nuestro "peligroso" hábito no perturba nuestra conciencia, como otros vicios como el alcohol que reduce nuestra conducta a una insania y una suerte de mr hide y jekil absurda, reconozco que no tomo mucho y que me considero ecuánime al momento de tomarme unos tragos.
Pero para mi particularmente, ver que la guerra de publicidad de los cigarrillos se ha visto perdida ante la multitudinuria voragine de avisos de cervezas y otros tantos tragos en medios masivos de comunicación me hace exasperar, miren cuantos accidentes de tránsito en el mundo ocurren por el consumo de alcohol o cuanto frenetismo ante el estímulo de esas bebidas en las fiestas y reuniones, en realidad me siento y tomo mi café pasadito en el starbucks o el 4 d de lima en una zona reservada para fumadores leyendo un buen periodico por supuesto cortesía del establecimiento y enciendo mi cigarro leo los policiales y sigo observando muertes y accidentes por el comsumo de alcohol, es cierto las estadísticas no engañan el cigarrillo también es un silecioso agente mortal de caronte que nos viene a recoger en cualquier momento pero mientras termino mi café y me preparo a retirarme recuerdo con nostalgia cuando me fumaba un cigarrilo en el cinematografo de Barranco y nadie decia nada.
Apago mi cigarrilo y me siento tranquilo, preparo otro día de labores hasta la vista.
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