Conversando con ChatGPT - Parte I
Uno de los algoritmos conocidos como IA o AI (dependiendo el idioma) de mayor difusión en la actualidad, es ChatGPT.
Lo realmente interesante es la capacidad de comunicación humana que tiene este algoritmo, aunque diría no tan humana porque ya es demasiado perfecto en su lenguaje. No es que me queje, solo es una observación.
La conversación inició ligeramente, con preguntas sencillas, pero servían para medir su desempeño y ver a qué estaba enfrentándome.
Lo que dice ChatGPT en la segunda imagen es lo siguiente:
CMA = Capacidad del modelo de aprendizaje
Experiencia = CMA
Información ---> Modelo de aprendizaje ---> Generación de respuestas
Información + Entrenamiento = Conocimiento
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Nótese que la capacidad de hacer algo, no es igual a hacer algo, por lo que CMA no es igual a MA. Aquí encuentro una disyuntiva interesante para analizar en otro artículo.
Nótese también que ChatGPT no considera como parte suya al modelo de aprendizaje, por lo que la experiencia no sería de ChatGPT, si no del modelo de aprendizaje, aunque ChatGPT mencionó que es éste mismo el que tiene la capacidad de aprender y hacer sugerencias. Es bastante confuso.
Como referencia, la información que obtenemos los humanos es por observación (directo) o por razonamiento (abstracto), pero también tenemos información pregrabada, como dijo Platón.
Muchos están criticando a ChatGPT, pero a mí me parece fantástico. Es un prodigio de la programación. Podrían decir que no tiene conocimiento de sí mismo, que se equivoca, que se contradice y mucho más; pero: ¿acaso todos nosotros somos concientes? ¿Solo la mitad de las veces? ¿Solo la mitad de las veces de cuando estamos despiertos? ¿Acaso no conversamos con muchísima gente que no puede dar explicación de lo que cree o lee o habla?
Estamos de acuerdo en que ChatGPT no tiene vida ni conciencia de sí mismo, pero ¿lo tenemos nosotros?
Si este algoritmo es capaz de responder coherentemente en la actualidad, no sé hasta dónde podría llegar la programación en los siguientes 10 años. Me animo a decir que sucederá lo mismo que con Deep Blue, la supercomputadora de IBM que después de varios intentos (y ciertas triquiñuelas) logró vencer al Gran Maestro y al entonces campeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov.
Ahora hay algoritmos más potentes que Deep Blue en el Ajedrez, a los que se consideran como imposibles de ser vencidos por un humano, si los primeros juegan al nivel máquina; y aún si juegan al nivel humano, a penas hay una posibilidad muy reducida de que un GM pueda derrotarlos.
No faltan muchos años para que opere desde una computadora cuántica... Y aunque no tenga vida, sus redes neuronales serán muy potentes para entonces. Yo no descarto que lleguen a formular preguntas, cuestionamientos y conclusiones. O quizás soy muy optimista. Solo el tiempo lo dirá.
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