Cruel sonrisa
Amarte como yo lo hice,
en el secreto del silencio,
en la sombra de la noche,
o en el frío del crepúsculo,
no cambiará.
Porque nunca me amaste,
como luz en la mañana,
como agua de manantial,
o flor de primavera,
es la realidad.
Puedo oír tus secretas sonrisas en la lejanía de tu maldad, como una locomotora provincial que nunca se acerca a mi estación.
Las promesas de amor son frágiles hojas otoñales que se quiebran en la mano de quien desea asirlas, sólo pueden ser observadas, más no tenerlas.
Comentarios
Publicar un comentario