La primavera que no volvió
El amor desapareció, desde esa tarde maldita cuando te dije adiós. Así fueron tantos los inviernos sin tu calor, porque la primavera de tu compañía no regresó.
Dicen que te vieron debajo de un árbol, con hojas secas a tu alrededor, contando los minutos para que amanezca, elevando una oración. Después, como una sombra, tu presencia negada a la luz del día se quedó, cuando tu plegaria por el viento fue recogida, y con el último hálito de tu vida, partiste hasta los brazos del Señor.
Hoy, como un hermitaño en este paraje terrenal, vivo cada noche buscándote entre mis sueños, porque no puedo alcanzarte, hasta que mi cuerpo se despida de este mundo, y mi alma alce el vuelo.
Todavía siento una breve primavera, cuando algún rayo de sol me roza, como lo hacían tus tibias manos en mi boca. Y si al pasar debajo de la sombra de un árbol, la nostalgia de tu recuerdo me enfría, no es más que el eterno invierno que me heredaste con la despedida, no es más que el sentimiento de ausencia, de una primavera que no volvió.
https://youtu.be/Tp0uSwAtLwU
ResponderBorrar