Cómo duele recordarte
Cuando todos están dormidos, yo permanezco despierto, mirando por la ventana el reflejo de la luna. Y cuando se interponen las nubes en mi visión, las sombras del dolor cubren mi rostro, como cuando la maldad se interpuso entre tú y yo.
Abandoné cualquier esperanza años atrás, pero el recuerdo de tu paso es imborrable, tanto que el único espacio donde he podido almacenarlo, es en esa dimensión a donde nadie llega.
A veces, entre mis pensamientos, imagino lo que pudimos ser; en otras, entre mis sueños, vivo en el pasado contigo; pero siempre, siempre, he de odiarte hasta la eternidad.
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