Defensa del consumidor Perú - Mallplaza Arequipa
Nada nuevo, pero todo bien, todo bonito; además el centro se promociona como ecológico: recicla bolsas, agua, electricidad y no sé qué más.
Pero: ¿cómo reacciona la organización ante la pérdida de un objeto personal?
Pero: ¿cómo reacciona la organización ante la pérdida de un objeto personal?
La tarde avanzaba bien, yo estaba rodeado de 3 bellas damas y una de ellas era mi enamorada. Pero no todo lo que empieza bien termina bien, pues una de las amistades olvidó el smartphone en el servicio higiénico. A los 3 minutos, ella se percató de su descuido, corrió al servicio con las demás chicas, pero sólo encontró desconsuelo.
Naturalmente, marcamos el número de mi amiga, pero luego de un par de intentos, apagaron el equipo. Ahora se esperaba lo peor. Dentro de mi dije: ¡adiós P8!. Pero antes de que lo bloqueen, sugerí ir a la sección de objetos perdidos. Así que me acerqué al personal de vigilancia para preguntar donde quedaba este, desarrollándose el siguiente diálogo:
—¿Dónde queda la sección de objetos perdidos? —pregunté.
La respuesta que recibí, fue:
—Si alguien de limpieza encuentra algún objeto perdido, lo entrega a cualquier persona de seguridad.
Como esta respuesta me pareció esquiva, insistí con más preguntas:
—¿Y si lo encontró alguna persona que no sea de limpieza?
—Si lo encontró otra persona, ya no se puede hacer nada —me dijo, mientras movía la cabeza.
—¿Pero si esa persona es honesta y decide entregarlo a la sección de objetos perdidos?
—No tenemos esa sección.
Y aquí dejo esta conversación.
Pensar que hay espacios dentro del centro comercial, desperdiciados con adornos y muñecos, para que los asistentes se tomen fotos. ¡Pero no hay un espacio para la sección de objetos perdidos! Creo que de esta forma se promovería una cultura de honestidad.
Naturalmente, marcamos el número de mi amiga, pero luego de un par de intentos, apagaron el equipo. Ahora se esperaba lo peor. Dentro de mi dije: ¡adiós P8!. Pero antes de que lo bloqueen, sugerí ir a la sección de objetos perdidos. Así que me acerqué al personal de vigilancia para preguntar donde quedaba este, desarrollándose el siguiente diálogo:
—¿Dónde queda la sección de objetos perdidos? —pregunté.
La respuesta que recibí, fue:
—Si alguien de limpieza encuentra algún objeto perdido, lo entrega a cualquier persona de seguridad.
Como esta respuesta me pareció esquiva, insistí con más preguntas:
—¿Y si lo encontró alguna persona que no sea de limpieza?
—Si lo encontró otra persona, ya no se puede hacer nada —me dijo, mientras movía la cabeza.
—¿Pero si esa persona es honesta y decide entregarlo a la sección de objetos perdidos?
—No tenemos esa sección.
Y aquí dejo esta conversación.
Pensar que hay espacios dentro del centro comercial, desperdiciados con adornos y muñecos, para que los asistentes se tomen fotos. ¡Pero no hay un espacio para la sección de objetos perdidos! Creo que de esta forma se promovería una cultura de honestidad.
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