Anécdotas de horror en los bancos
¡Son tantas las anécdotas desagradables que nos suceden constantemente en esas casas del dinero! Pero hasta el día de hoy, por más quejas y dolores de cabeza, nunca encontramos soluciones.
Por ejemplo, hoy llegué tranquilamente a la casona donde se ubica una de estas instituciones, pasado el medio día, sólo para realizar un simple depósido. Mi posición: séptimo en la cola. Colas: 1. Cajeros: 2. Tiempo de espera: 25 minutos.
Yo me pregunto: ¿Qué clases de trámites realizan ciertos clientes en las ventanillas, que se demoran tanto?
Yo me pregunto: ¿Qué clases de trámites realizan ciertos clientes en las ventanillas, que se demoran tanto?
Porque uno de ellos ocupaba una caja indefinidamente, me pareció que el tiempo transcurrido era infinito. Veía al cajero sentado en su silla giratoria, con la vista clavada en su pantalla. Digitaba, volvía a digitar, corría a la fotocopiadora, regresaba con dos papeles, hacía firmar a la cliente, se sentaba, nuevamente imbuía su mirada en la pantalla; digitaba, intercambiaba palabras con otro cajero, se levantaba de su silla, corría no sé a dónde, regrsaba, sacaba dinero de su cajoncito, lo contaba, lo entregaba, volvía a mirar su pantalla, conversaba con la cliente, esta se acercaba más al cajero, hasta tener medio cuerpo encima de la barra; sus pies —me parecieron— llegaron a suspenderse en el aire por algún tiempo, ante mi total asombro.
Después de esta levitación y terminada la tensión, finalmente exclamé un aleluya. Pues la señora, luego de su odisea en la ventanilla, da la vuelta, se retira, avanza tres pasos, se detiene, rota sobre sí 180 grados... y se acerca nuevamente a la caja para seguir conversando.
—¡Váyase al carajo! —Proferí inevitablemente.
—¡Váyase al carajo! —Proferí inevitablemente.
Otro de los clásicos sucede en aquellos bancos donde clasifican a sus clientes en colas con nombres medio clasistas, tales como "Clientes VIP", "Clientes con tarjeta", "Clientes sin tarjeta" y "Clientes preferenciales".
- Uno de estos bancos puede tener hasta 20 ventanillas habilitadas, pero una o dos se pierden en los preferenciales, que son personas mayores de 65 años (¿de dónde salen tantos viejos?), madres con niños pequeños (de esas madrecitas que abundan en mi país), personas con alguna discapacidad, etc.
- A los clientes VIP se les asignan tantas cajas como VIP's hay en la cola, que cada día parecen ser más; a veces pienso que todo el mundo ahora es VIP, menos yo.
- La cola de clientes con tarjeta recibe 4 ó 5 ventanillas, pero es aquí donde están los susodichos clientes que se toman más de 5 minutos en la caja.
- Pero los menos afortunados son los sin tarjeta, aquellos que no desean pertenecer a esta entidad financiera y caen en esta desgraciada cola; con gran suerte conseguirán 3 ventanillas, pero siempre son muchos los no alineados...
Estas son dos de las anécdotas más comunes en las ventanillas, pero otras historias de terror se tejen a diario en plataforma...
Lo siento Daniel pero tu artículo me hizo reír y mucho... Que buena!! Suave con la ironía...
ResponderBorrarYG.