Agua pura mediante nanotecnología
La nanotecnología, una ciencia capaz de diseñar y crear materiales y dispositivos mediante la organización de la materia a nanoescala, no cesa de proporcionarnos herramientas totalmente nuevas. Quizás el nanomaterial más conocido por el público sean los nanotubos de carbono, una estructura en forma de cilindro con un diámetro mil millones de veces menor al de un cabello humano. Se los está usando en una gran variedad de aplicaciones, y podrían ser la clave para construir filtros de agua totalmente eficientes.
Resulta cuanto menos curioso que, viviendo en un planeta cuya superficie se encuentra cubierta en un 70% por profundos océanos, la provisión de agua potable sea un problema. Sin embargo, la mayor parte del volumen de agua disponible en la Tierra contiene demasiada cantidad de sales para que resulte apta para el consumo humano. Y las escasas fuentes de agua dulce resultan, a menudo, contaminadas por la actividad de los más de 6.000 millones de humanos que pisamos el planeta.
La provisión de agua potable sea un problema.
La solución, en la mayoría de los casos, consiste en hacer pasar el agua proveniente de una fuente contaminada a través de un cedazo más o menos complejo, que se encargaría de retener mecánicamente las impurezas que contiene. Por supuesto, para que este método funcione, el grado y tipo de contaminación debe ser leve, y el filtro eficiente.
Los nanotubos de carbono tienen un gran potencial para convertirse en el material adecuado para la construcción de filtros prácticamente perfectos. Su estructura y tamaño podrían "discriminar" entre las moléculas de agua y las pertenecientes a las impurezas que esta contiene en suspensión. Un filtro de este tipo incluso sería capaz de eliminar del agua virus, bacterias y metales, tres de las causas más frecuentes de contaminación.
Una ventaja innegable de este sistema es que no necesita una fuente de energía externa para funcionar. Simplemente se haría pasar el agua a través del dispositivo. Y su costo sería lo suficientemente bajo como para los 2400 millones de personas, que ya sufren algunas de las consecuencias de la escasez de agua potable, tengan acceso este tipo de filtros.
Resulta cuanto menos curioso que, viviendo en un planeta cuya superficie se encuentra cubierta en un 70% por profundos océanos, la provisión de agua potable sea un problema. Sin embargo, la mayor parte del volumen de agua disponible en la Tierra contiene demasiada cantidad de sales para que resulte apta para el consumo humano. Y las escasas fuentes de agua dulce resultan, a menudo, contaminadas por la actividad de los más de 6.000 millones de humanos que pisamos el planeta.
La provisión de agua potable sea un problema.
La solución, en la mayoría de los casos, consiste en hacer pasar el agua proveniente de una fuente contaminada a través de un cedazo más o menos complejo, que se encargaría de retener mecánicamente las impurezas que contiene. Por supuesto, para que este método funcione, el grado y tipo de contaminación debe ser leve, y el filtro eficiente.
Los nanotubos de carbono tienen un gran potencial para convertirse en el material adecuado para la construcción de filtros prácticamente perfectos. Su estructura y tamaño podrían "discriminar" entre las moléculas de agua y las pertenecientes a las impurezas que esta contiene en suspensión. Un filtro de este tipo incluso sería capaz de eliminar del agua virus, bacterias y metales, tres de las causas más frecuentes de contaminación.
Una ventaja innegable de este sistema es que no necesita una fuente de energía externa para funcionar. Simplemente se haría pasar el agua a través del dispositivo. Y su costo sería lo suficientemente bajo como para los 2400 millones de personas, que ya sufren algunas de las consecuencias de la escasez de agua potable, tengan acceso este tipo de filtros.
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