Diferencia y coincidencia entre la filosofía oriental y occidental
No soy filósofo de academia; mi conocimiento en el tema no va más allá de haber leído libros de Platón, Aristóteles, Leibniz y Nietzsche por el lado occidental y, por el lado oriental, a quienes recopilaron las enseñanzas de Lao Tse y Siddharta Gautama (Buda). En cuanto a la práctica, me entregué a las dos vertientes filosóficas mencionadas, no con poco esmero; puedo decir que son parte importante en mi vida, aunque por estos tiempos brillan por su ausencia...
De la filosofía proveniente de India(*) conozco muy poco y no he profundizado en esta, pero sí la he practicado. Lo mismo con la filosofía de las Américas, aunque podría ser discutible si aplica el término "filosofía" a esos conocimientos, pero yo creo que sí forman parte del estudio del conocimiento universal. También hay una corriente filosófica cristiana desconocida, pero profunda, podemos encontrarla en El Evangelio de Tomás, considerado apócrifo por la Iglesia Católica.
Así, me referiré a China como oriental y a Europa como occidental.
Por supuesto que un lector o estudioso del tema no podría dar fe de lo que diré, porque no ha puesto en práctica los conocimientos adquiridos. De esta forma, la diferencia principal de ambas vertientes filosóficas son encontradas en la práctica, en el ejercicio mismo de la filosofía.
Cuando se filosofa como occidental, formulamos consecuencias lógicas o, como lo diría un filósofo oriental, llenaría su mente con razonamientos. En el caso de los orientales, estos esperan una revelación en la quietud de su mente.
¿Opuestos? Sí señor.
Claramente enunciado sería como sigue:
La filosofía clásica occidental no sólo me sobrecoge, me inspira; siendo el pensamiento de Platón la realidad última para mí. Cuando algún pensamiento siembra la duda en mis razonamientos, el método platónico me ayuda a encontrar la verdad subyacente.
No he tenido el éxito esperado con la meditación, requisito fundamental en la práctica oriental, seguro por mi falta de perseverancia, pero sí he podido recibir imágenes de sabiduría que atesoro en mi recuerdo. Pero es cierto, estoy muy lejos del nirvana.
A como van los tiempos, nadie desea filosofar, ya sea meditando o razonando. Sin embargo, me niego a renunciar a mis creencias, aunque no intento convencer a los demás de mi camino, tanto así que resulta inverosímil que toque este tema en cualquier conversación. Quien quiera algo de sabiduría deberá buscar dentro de sí mismo.
Y es aquí donde está el punto común a ambas escuelas, a saber:
(*) El budismo nació en una región de la actual India, pero como se difundió principalmente en China la consideré de este país para este artículo.
Cuando se filosofa como occidental, formulamos consecuencias lógicas o, como lo diría un filósofo oriental, llenaría su mente con razonamientos. En el caso de los orientales, estos esperan una revelación en la quietud de su mente.
¿Opuestos? Sí señor.
Claramente enunciado sería como sigue:
La filosofía occidental aplica un método activo, como un devenir. La filosofía oriental aplica un método pasivo, como un advenir.En el ejercicio filosófico he descubierto que ambos métodos son útiles y de enorme esfuerzo para el practicante.
La filosofía clásica occidental no sólo me sobrecoge, me inspira; siendo el pensamiento de Platón la realidad última para mí. Cuando algún pensamiento siembra la duda en mis razonamientos, el método platónico me ayuda a encontrar la verdad subyacente.
No he tenido el éxito esperado con la meditación, requisito fundamental en la práctica oriental, seguro por mi falta de perseverancia, pero sí he podido recibir imágenes de sabiduría que atesoro en mi recuerdo. Pero es cierto, estoy muy lejos del nirvana.
A como van los tiempos, nadie desea filosofar, ya sea meditando o razonando. Sin embargo, me niego a renunciar a mis creencias, aunque no intento convencer a los demás de mi camino, tanto así que resulta inverosímil que toque este tema en cualquier conversación. Quien quiera algo de sabiduría deberá buscar dentro de sí mismo.
Y es aquí donde está el punto común a ambas escuelas, a saber:
Dijo el Oráculo de Delfos a Sócrates: "¡Oh, hombre! Conócete a ti mismo y conocerás la verdad". Paralelamente, como el conocimiento oriental es por advenimiento, se sobre entiende que es una búsqueda personal.Aunque debo acotar este punto común a los filósofos que conozco con más esfuerzo, concretamente a Sócrates, Platón, Nietzsche, Lao Tse y Siddartha Gautama.
(*) El budismo nació en una región de la actual India, pero como se difundió principalmente en China la consideré de este país para este artículo.
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