Si no puedo tenerte...
Sucede que cuando la luz de la esperanza ilumina la orilla de mis sueños, un eclipse alimenta a la sombra que me persigue hasta convertir mis visiones en pesadillas.
Después recito poesía con líneas interminables de sentimientos que nunca desembocarán en tu entendimiento, y me ahogo en pasiones desenfrenadas jamás cumplidas.
Después recito poesía con líneas interminables de sentimientos que nunca desembocarán en tu entendimiento, y me ahogo en pasiones desenfrenadas jamás cumplidas.
En la distancia sólo te imagino sin esperanzas; más es mi consuelo un granito de azúcar en mi cáliz de vino amargo, sabiendo que acompaña tu día aquel que te brindó felicidad y cobijo.
Y mientras finaliza alguna mágica canción, mis ojos permanecen cerrados a cualquier luz o razonamiento, teminando ese viaje con la misma expresión de cada noche:
Si no puedo tenerte... no quiero a ninguna otra mujer.
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