Apuntes personales - Primera parte: ¿Qué es dios?
Hace mucho que deseo escribir este artículo, pero desarrollar la temática es tarea de titanes y por demás una obra que requiere mucho más tiempo del que normalmente le dedico a un artículo.
Esta noche encontré un par de horas libres, pero requiero varios días para plasmar mis indagaciones, razonamientos y sentimientos en una breve recopilación.
En esta primera entrega introductoria clasificaré a la audiencia en dos grupos predominantes y definiré la materia a tratar.
A lo largo de varios años he conversado con diversas personas de distintas religiones, creyentes de Dios, Allah, Jehová, Yavé y algún otro que no recuerdo. Para estos su dios es todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, el alfa y el omega, todo amor, todo bondad; en fin, todo lo que entendemos por "bueno". Por lo general, tanto los creyentes como muchos que imparten la doctrina, fundamentan su dogma en la fe ciega, en la creencia sin prueba real. Mantienen sus ideas apelando al sentimiento.
He visto casos en que niegan sucesos astronómicos más que probados, como por ejemplo que la tierra se acerca al sol cada año o que este planeta dejará de existir en algunos miles de millones de años. También afirman que la raza humana existe desde hace 6,000 años, que el diluvio universal sucedió durante la época faraónica, etc. Resumiendo, lo que les digan sus líderes religiosos es la verdad absoluta, basta que de alguna forma afirmen que esas palabras son de su dios para que se acepte.
Aunque me eduqué en un colegio jesuita, no puedo creer en ese Dios, pero si creo en los jesuitas que conocí, hombres en verdad muy laboriosos que han dejado un legado poco conocido pero profundo.
El grupo de los ateos se encuentra en el otro lado de la balanza. Mientras los fieles del grupo anterior no utilizan su masa encefálica para comprender sus creencias religiosas, este grupo se caracteriza por no buscar en el sentimiento una base de su creencia, es mas bien la negación lo que los define.
No quiere decir que son personas más inteligentes, porque he visto argumentos tan ridículos como creer en un dios si este preceptible con alguno de los 5 sentidos. Casi puedo asegurar que sus mentes están tan cerradas como la de los creyentes.
¿Qué es dios?
En verdad pensé al iniciar este artículo, que buscaba la verdad de ese escurridizo dios, pero el título me pareció inexacto.
Emzaré por definir la palabra "dios":
- Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo.
- Deidad a que dan o han dado culto las diversas religiones.
Por ser este tema susceptible para los creyentes, es necesario tomar una definición más abundante en adjetivos, pues, en verdad, son muy pocos los creyentes que pueden decir con exactitud que es su dios, normalmente se dedican a mencionar sus cualidades, evadiendo inconcientemente la respuesta exacta.
Si dios es lo que dice la RAE, entonces puedo decir que soy medio creyente, pues las palabras son la norma de nuestro lenguaje, pero esto no le confiere el sentido espiritual o religioso que estoy buscando.
Entonces, desde el inicio debo decir que no puedo ir contra el lenguaje que usamos, no puedo modificar los significados de las palabras para mi conveniencia. ¿Se imaginan qué pasaría si alteramos la tabla de multiplicar?
Lo mejor es que busque otra palabra que exprese lo que siento y pienso, quizá en el camino encuentre que es necesario buscarla en otro idioma, hasta puede ser necesario inventar una nueva palabra.
Mi motivación es el amor al conocimiento.
No soy de los que se suben al avión para llegar al destino, soy como ese que viaja en motocicleta y disfruta del camino mientras llega al destino. Otros llegarán antes que yo, pero yo conocí el camino.
No soy de los que se suben al avión para llegar al destino, soy como ese que viaja en motocicleta y disfruta del camino mientras llega al destino. Otros llegarán antes que yo, pero yo conocí el camino.
Para mi es indiferente lo que ellos digan, estoy acostumbrado a vivir al margen de la sociedad, en ir en el sentido opuesto, a pensar diferente, a no seguir horarios, a no aceptar la autoridad, a vivir sin ingresos y a buscar lo que todos dan por encontrado.
Así, el más desadaptado, el menos comprendido, del que nada se espera, parte cuando no lo ven, en la oscuridad y el silencio.
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