Joan Manuel Serrat - Vagabundear

Por Daniel marzo 25, 2014

La música de Joan Manuel Serrat la conocí desde muy niño, cuando los casetes eran muy populares y los discos de vinil ya eran artículos para los conocedores, nostálgicos y de aquellos dispuestos a pagar más por algo mejor.

A inicios de los ochentas hizo su aparición la tecnología Dolby Surround y el sonido estéreo ya se encontraba en los equipos para el hogar. En esos años de guerra fría, Sony era el referente y su calidad indiscutible, mientras Pioneer gozaba de gran prestigio en los altavoces, parlantes y auriculares. Los equipos con 1,000 watts de potencia no se veían con frecuencia, sólo en hogares de familias con amplios recursos económicos; al menos en aquel recesivo Perú de hace casi 35 años.

Aún conservamos en casa muchos discos de vinil. Como siempre está un infaltable album de The Beatles, Joy de The Ventures, grandes voces como la de Manuel Donayre y Tutto Pavarotti; grupos queridos como Los Indios Tabajaras, también está la rica salsa antigua agrupada en una edición de 6 discos con temas como Periódico de ayer, Pedro navaja, Ciudad de plástico, entre otras.

Por supuesto que existían los casetes originales, pero también apareció la tecnología de grabación en los equipos de sonido caseros, entonces los casetes ya se podían comprar en blanco y realizar la respectiva piratería de los que se compraban los originales. En el caso particular de mi familia, los originales de vinil se grabaron en los casetes blancos para oír la música con frecuencia sin dañar el original, aunque yo siempre prefería oir la música desde los discos de vinil, es que me gustaba el procedimiento de exactitud y paciencia que se requería para colocar la aguja sobre estos discos.

Volviendo al tema que compete, tengo conocimientos muy limitados de la discografía de Joan Manuel Serrat, pero son cinco las canciones que prefiero: La mujer que yo quiero, Penélope, Mediterráneo, Vagabundear y Tu nombre me sabe a hierba.

Me gusta lo que canta, me gusta como lo canta. Vagabundear es casi como la filosofía de los nacidos a finales de la generación de los baby boomers y hasta los primeros de la generación X; de aquellos que no quisieron Vietnam, de quienes sufrieron el miedo al botón rojo, de los que compartieron las creencias hippies y vivieron grandes saltos tecnológicos en la vida cotidiana.

Siempe resulta tan tentadora la idea de mandar todo al carajo, tomar la mochila y vivir buscando algo que no se conoce, sin temerle a las necesidades de la vida. Y como digno integrante de la generación X, también tuve mi hégira mochilera en mi pequeño universo.

Si eres de los mochileros, seguro que disfrutarás esta canción; pero si no lo eres, talvés no la entenderás o pensarás que es una canción como cualquier otra. A mi me gusta su ritmo desafiante, la falta de apego, la libertad de pensamiento y el valor necesario para salir en búsqueda de lo desconocido.

Y para cerrar con broche de oro, también les dejaré Mediterráneo; y se la dedico a la gente libre y a los que entienden la poesía de la vida. Favor abstenerse los dogmáticos...