Star Wars The Last Jedi - Crítica
Al salir de la sala no sabía si la película había sido buena, mala o fea; pero estaba —y estoy— convencido que no da la talla con la que para mí ha sido la mejor de Star Wars: "El regreso del jedi".
Seguro que alguno podría decir: "¡ah! Es que tu eres un nostálgico.", "la época ha cambiado y el público también.", "el lado oscuro de la fuerza te hace perder objetividad.", etc.
(Advertencia: La siguiente crítica es una parodia socarrona.)
Desde el mismísimo inicio quedé impactado con los diálogos y el desarrollo inicial, que estaban al nivel de los bonos soberanos de Venezuela, es decir al nivel basura.
¡Vamos, hombre! Por más que sea ciencia ficción, algo de ciencia debería existir. No me digas que un solo caza puede destruir la nave más poderosa de "La Primera Orden". ¡No me jodas! O sea porque es un pequeño monoplaza, el dreadnaught no tiene defensas efectivas.
Ver a Leia de regreso me pareció simpático, su papel tenía alguna seriedad y credibilidad, hasta que voló por el espacio después de que el área que ocupaba con la tripulación, recibiese un par de bombas láser y ella saliese expulsada al espacio donde la temperatura ronda el cero absoluto. Fue ridículo ver a Mery Poppins, perdón quise decir a Leia, despertar de su letargo espacial, para alcanzar con el movimiento de su dedo la nave. Digamos que en esta escena no hay ciencia, sólo fe. Y yo tuve esa fe cuando la vi regresar a la nave, me autoconvencí que la fuerza es capaz de esta hazaña.
Pensar que todo esto sucedió en los primeros minutos... Hasta aquí los efectos especiales, la acción y la dualidad de Kylo Ren son lo rescatable. Las fotografías y presentaciones visuales estuvieron de lujo. Aunque yo no lograba hilar el tema porque no recordaba la anterior película.
Kylo Ren ha sido lo mejor de los 150 minutos, su conflicto interno lo vuelve interesante e inesperado, resultando un personaje más profundo que el resto. Pero no libraré a nadie de mi pluma: el rostro de Kylo Ren resultó tan expresivo como la máscara de Darth Vader. A buen entendedor, pocas palabras.
Snoke es feo pero con pleno control de la fuerza, sin embargo no era más que un confiado y estaba cegado por su orgullo. Nunca supe de donde vino o qué rayos hacía. Se la pasó todo el tiempo sentado y fue en esa silla donde lo vimos morir de una forma incoherente.
El pobre Hox no estaba para otra cosa más que para que lo maltrataran.
La parte central de la película se perdió en ambigüedades inútiles y giros que no aportaron más que tiempo a la película.
Nos mostraron un Luke fracasado, no por viejo pero sí por gastado. Era una especie de primitivo hermitaño formado en la naturaleza salvaje de su entorno. Lo vimos saltar por los acantalidos, reptar por las pendientes y —casi, casi— mamar de la teta de un enorme elefante marino espacial, mientras la citada bestia le lanza una mirada a Rey como diciendo: "¿Quieres una probadita?".
A varios no les gusto que Luke mostrase una proyección de sí mismo en el planeta donde sucedió el ataque con los dromedarios y el super cañón. Yo creo que sí sería posible y lo digo por experiencia. En un par de ocasiones cuando estuve a punto de llegar tarde al trabajo, porque mi bus estaba atorado en el tránsito de Av. Ejercito, noté la hora y decidí concentrarme de tal forma que lancé mi proyección a la oficina, pasando por el escritorio del jefe.
Capítulo aparte eran los porgs, esas criaturas que parecían pingüinos voladores habitantes de la isla de los jedi, que aparecieron más veces que el mismísimo Chubaca. Todo lo que hizo la producción por vendernos peluchitos de porgs...
El rollo new age donde Luke enseña la primera de tres lecciones (que finalmente sólo fueron dos) a Rey me gustó; la realizaron bien aunque apurando el paso, como si fuese un relleno necesario y no uno de los pilares de la película. Faltó agregar las fotos de "la fuerza", porque sí lo hicieron cuando hablaron de flores y naturaleza, pero no mostraron imágenes mientras mencionaban que la fuerza es aquello que lo une todo. Mi sugerencia es presentar al espacio profundo, haciendo referencia a la materia oscura.
Al margen de los chistecitos infructuosos y que para nada me causaron gracias, sí me arrancó una duradera sonrisa cuando Luke le juega un broma a Rey en la piedra de la meditación. Es que a todos nos puede pasar.
Yoda regresó a la pantalla para ser parte del enredo de Luke. Como siempre se le vio sabio, pero los mismos realizadores no comprendieron sus palabras. Es que es cierto que se pueden omitir los libros cuando se tiene un guía personal (que debía ser Luke), o deshacerse de las imágenes religiosas (el árbol); pero creer que porque una persona tiene un talento especial ya es suficiente para desarrollarse, es un despropósito. Sinó preguntémosle a los grandes maestros de la historia: Mozart tuvo un maestro, Einstein estudió, Buda anduvo con un grupo de ascetas como parte de su entrenamiento, Aristóteles tuvo a Platón, etc. El único personaje histórico que no tuvo maestro y se desarrolló cual autodidacta fui yo; pasando de ser un tímido y asustadizo niño, a ser el "gran" escritor de críticas con cinco seguidores en su blog.
Hubo tiempo para mostrarnos el amor al estilo yanqui, un amor entre las minorías norteamericanas: sucedió entre una asiática y un africano. Aquel patético beso espacial que le robó Rose a Finn, fue tan delicado y dulce, rodeado de una deliciosa atmósfera y bendecida por el más puro amor... igualito que en Casablanca.
¡Ahhhhh! Olvidaba la mención al Capitán Ackbar. Qué pena que lo hayan matado, porque ese cara de pez me caía bien, siempre fue uno de los más centrados en todas las guerras galácticas. RIP.
Pero la película pudo salvarse sobre el final, cuando Luke se une a la rebelión. Parecía que él tomaba su camino como el maestro esperado, el anciano venerable o la leyenda viviente. Pero no, la producción decidió pasarlo a mejor vida. Me pregunto: ¿Quién carajo va a enseñarle a Rey a ser una jedi? Su desaparición sólo sucedió, no transmitió emoción. Me recordó a los que caían muertos en la película Everest, sólo morían sin pena ni gloria.
En fin, no vi un personaje a la altura de Darth Vader, ni de Han Solo, de Luke Skywalker o de Yoda de la trilogía inicial. Vi personajes comerciales, jóvenes y algunos estereotipados. En lugar de brindarnos explicaciones, generaron más dudas.
Seguro que alguno podría decir: "¡ah! Es que tu eres un nostálgico.", "la época ha cambiado y el público también.", "el lado oscuro de la fuerza te hace perder objetividad.", etc.
(Advertencia: La siguiente crítica es una parodia socarrona.)
Desde el mismísimo inicio quedé impactado con los diálogos y el desarrollo inicial, que estaban al nivel de los bonos soberanos de Venezuela, es decir al nivel basura.
¡Vamos, hombre! Por más que sea ciencia ficción, algo de ciencia debería existir. No me digas que un solo caza puede destruir la nave más poderosa de "La Primera Orden". ¡No me jodas! O sea porque es un pequeño monoplaza, el dreadnaught no tiene defensas efectivas.
—Soldado, active el campo de fuerza de la nave.El comandante o capitán Poe Dameron es el personaje más mamarracho que se ha visto en las 8 películas, por supuesto sin llegar al extremo de Jar Jar Binks. Al tipo le importa un carajo si los demás mueren por su culpa o si las caga con su negligencia, él cumple con su papelde intrépido y se le perdona todo porque es guapote. Será que no soy mujer y por eso lo veo más feo que Chubaca. No entiendo porqué Leia y Amilyn casi mojan sus reales faldas por este pelucón. Moraleja: en el futuro los hombres seremos más atractivos cuanto más estúpidos. Debí nacer en el futuro...
—Señor, no tenemos campo de fuerza, el caza puede destruir todos nuestros cañones sin impedimento.
—¿Cómo carajo es que no tenemos campo de fuerza si nos gastamos un trillón de Soles en esta nave que es del tamaño de Arequipa?
—Es que nunca pensamos que podría existir un hombre tan valiente y arriesgado que atacaría nuestra nave en solitario y jaquearía toda nuestra armada.
—¿Qué contramedidas tenemos?
—Nada señor, el caza es muy pequeño.
—¡Ajá! entonces manda a nuestros cazas a borrarlo del espacio.
—Sí señor, pero ya casi destruyó todas nuestras armas con la que pensábamos aniquilar su flota.
—Qué pena. No importa, igual envíalos para que sean aniquilados como patos y hagan el ridículo.
—Sí comandante.
Ver a Leia de regreso me pareció simpático, su papel tenía alguna seriedad y credibilidad, hasta que voló por el espacio después de que el área que ocupaba con la tripulación, recibiese un par de bombas láser y ella saliese expulsada al espacio donde la temperatura ronda el cero absoluto. Fue ridículo ver a Mery Poppins, perdón quise decir a Leia, despertar de su letargo espacial, para alcanzar con el movimiento de su dedo la nave. Digamos que en esta escena no hay ciencia, sólo fe. Y yo tuve esa fe cuando la vi regresar a la nave, me autoconvencí que la fuerza es capaz de esta hazaña.
Pensar que todo esto sucedió en los primeros minutos... Hasta aquí los efectos especiales, la acción y la dualidad de Kylo Ren son lo rescatable. Las fotografías y presentaciones visuales estuvieron de lujo. Aunque yo no lograba hilar el tema porque no recordaba la anterior película.
Kylo Ren ha sido lo mejor de los 150 minutos, su conflicto interno lo vuelve interesante e inesperado, resultando un personaje más profundo que el resto. Pero no libraré a nadie de mi pluma: el rostro de Kylo Ren resultó tan expresivo como la máscara de Darth Vader. A buen entendedor, pocas palabras.
Snoke es feo pero con pleno control de la fuerza, sin embargo no era más que un confiado y estaba cegado por su orgullo. Nunca supe de donde vino o qué rayos hacía. Se la pasó todo el tiempo sentado y fue en esa silla donde lo vimos morir de una forma incoherente.
El pobre Hox no estaba para otra cosa más que para que lo maltrataran.
La parte central de la película se perdió en ambigüedades inútiles y giros que no aportaron más que tiempo a la película.
Nos mostraron un Luke fracasado, no por viejo pero sí por gastado. Era una especie de primitivo hermitaño formado en la naturaleza salvaje de su entorno. Lo vimos saltar por los acantalidos, reptar por las pendientes y —casi, casi— mamar de la teta de un enorme elefante marino espacial, mientras la citada bestia le lanza una mirada a Rey como diciendo: "¿Quieres una probadita?".
—Rey, ven a tomar un poco de leche azul.Luke estuvo totalmente desperdiciado en su derrotismo. Esperaba alguien convertido en verdadero maestro y que entregue su vida por la causa en esta condición, dándole un final épico a este personaje. Pero poco falto para que nos mostraran un Luke tirado en el suelo después de una borrachera en medio de sus vómitos.
—No gracias, Luke.
—¿Cómo no? Es leche de bestia recién ordeñada.
—Es que la lactosa me suelta el estómago.
—Lástima, está tibia.
A varios no les gusto que Luke mostrase una proyección de sí mismo en el planeta donde sucedió el ataque con los dromedarios y el super cañón. Yo creo que sí sería posible y lo digo por experiencia. En un par de ocasiones cuando estuve a punto de llegar tarde al trabajo, porque mi bus estaba atorado en el tránsito de Av. Ejercito, noté la hora y decidí concentrarme de tal forma que lancé mi proyección a la oficina, pasando por el escritorio del jefe.
—Buen día jefe.Y mientras mi proyección estaba en el baño, yo llegaba en el bus tranquilamente y sin diarrea.
—Buen día Odiseo, usted sí que llega temprano.
—Claro pues, jefe, para eso me pagan.
—Siga usted, ¡hay que ganarnos los frijoles!
—Sí jefe, pero primero voy al baño, se me chorrea la caca por una leche de bestia que tomé hace poco.
Capítulo aparte eran los porgs, esas criaturas que parecían pingüinos voladores habitantes de la isla de los jedi, que aparecieron más veces que el mismísimo Chubaca. Todo lo que hizo la producción por vendernos peluchitos de porgs...
El rollo new age donde Luke enseña la primera de tres lecciones (que finalmente sólo fueron dos) a Rey me gustó; la realizaron bien aunque apurando el paso, como si fuese un relleno necesario y no uno de los pilares de la película. Faltó agregar las fotos de "la fuerza", porque sí lo hicieron cuando hablaron de flores y naturaleza, pero no mostraron imágenes mientras mencionaban que la fuerza es aquello que lo une todo. Mi sugerencia es presentar al espacio profundo, haciendo referencia a la materia oscura.
Al margen de los chistecitos infructuosos y que para nada me causaron gracias, sí me arrancó una duradera sonrisa cuando Luke le juega un broma a Rey en la piedra de la meditación. Es que a todos nos puede pasar.
Todavía recuerdo cuando transitaba por el camino del misticismo; fue mi gurú quien me indicó el rumbo secreto y me refirió aquellas sensaciones que aparecen en el plexo solar cuando el aspirante está por alcanzar la iniciación... Hasta que caí en la cuenta que tenía un dolor de estómago que originaba esas sensaciones, producto de una leche pasada.La verdad es que la producción consideró que los efectos visuales prevalecen ante el argumento. Fue patente cuando Rey levanta un montón de rocas para que los rebeldes escapasen. Haciendo memoria, realmente esta mujer no usa la fuerza para otra cosa. Lo olvidaba... también para mover la espada láser.
Yoda regresó a la pantalla para ser parte del enredo de Luke. Como siempre se le vio sabio, pero los mismos realizadores no comprendieron sus palabras. Es que es cierto que se pueden omitir los libros cuando se tiene un guía personal (que debía ser Luke), o deshacerse de las imágenes religiosas (el árbol); pero creer que porque una persona tiene un talento especial ya es suficiente para desarrollarse, es un despropósito. Sinó preguntémosle a los grandes maestros de la historia: Mozart tuvo un maestro, Einstein estudió, Buda anduvo con un grupo de ascetas como parte de su entrenamiento, Aristóteles tuvo a Platón, etc. El único personaje histórico que no tuvo maestro y se desarrolló cual autodidacta fui yo; pasando de ser un tímido y asustadizo niño, a ser el "gran" escritor de críticas con cinco seguidores en su blog.
—Maestro Yoda, la nueva generación ya no necesita maestros...Pero Luke estuvo imponente en la escena cuando enfrenta a los dromedarios, hasta llegué a preguntarme cómo hizo para obtener todo ese poder.
—Luke, la fuerza en el futuro de los millennials no estará.
—¿Qué podemos hacer maestro?
—Leche de bestia podemos tomar.
Hubo tiempo para mostrarnos el amor al estilo yanqui, un amor entre las minorías norteamericanas: sucedió entre una asiática y un africano. Aquel patético beso espacial que le robó Rose a Finn, fue tan delicado y dulce, rodeado de una deliciosa atmósfera y bendecida por el más puro amor... igualito que en Casablanca.
¡Ahhhhh! Olvidaba la mención al Capitán Ackbar. Qué pena que lo hayan matado, porque ese cara de pez me caía bien, siempre fue uno de los más centrados en todas las guerras galácticas. RIP.
Pero la película pudo salvarse sobre el final, cuando Luke se une a la rebelión. Parecía que él tomaba su camino como el maestro esperado, el anciano venerable o la leyenda viviente. Pero no, la producción decidió pasarlo a mejor vida. Me pregunto: ¿Quién carajo va a enseñarle a Rey a ser una jedi? Su desaparición sólo sucedió, no transmitió emoción. Me recordó a los que caían muertos en la película Everest, sólo morían sin pena ni gloria.
En fin, no vi un personaje a la altura de Darth Vader, ni de Han Solo, de Luke Skywalker o de Yoda de la trilogía inicial. Vi personajes comerciales, jóvenes y algunos estereotipados. En lugar de brindarnos explicaciones, generaron más dudas.
En verdad dudo mucho que algo de esta película sea recordado como especial o destacable, será otra más que se olvidará. No hay escenas inmortales como aquella donde se dice: "Yo soy tu padre" o la cremación de Darth Vader con el eterno fondo musical que caracteriza a Stars Wars; no superarán a la estrella de la muerte o a la imagen de los dromedarios en el desierto. Llegó la hora de decirle adiós a la trilogía inicial y aceptar la basura nueva que nos venden. La generación X llega a su fin, es hora de los millenials y los Z's.
El cine dejó de ser un arte. ¡Sálvanos Dicaprio!
Al final, en vez de tomarnos una leche tibia y deliciosa, nos hicieron mamar la leche agria del pezón sucio de una criatura espacial desagradable.
Si bien mi crítica está sesgada por la burla y la exageración, la película tiene su lado bueno, sólo que aún no lo descubro; talvez es como en el caso de la luna, que tiene un lado que nunca se aprecia...
El cine dejó de ser un arte. ¡Sálvanos Dicaprio!
Al final, en vez de tomarnos una leche tibia y deliciosa, nos hicieron mamar la leche agria del pezón sucio de una criatura espacial desagradable.
Si bien mi crítica está sesgada por la burla y la exageración, la película tiene su lado bueno, sólo que aún no lo descubro; talvez es como en el caso de la luna, que tiene un lado que nunca se aprecia...
—¿Aló? ¿Dicaprio?
—Sí, estoy ocupado con un documental sobre el ambiente.
—Te habla Mark Hamil, te cuento que estamos buscando gente para la parte 9 de Stars War.
—¡Mostro! ¿Qué papel me pueden dar? Me gustaría ser el nuevo Vader.
—No creo viejo, en realidad necesitamos al hijo de Chuwaca.
—¡Carajo! ¿Pero cuánto tiempo apareceré?
—Te prometemos 15 segundos compartidos con porgs y una criatura perezosa productora de leche azul
—Suena bien, ¡me apunto!
Vaya crítica, coincido en casi todo. Querer nacer en el futuro, creo que solo por esa linea renacerias en el 3,000 jajajaja. Evadiendo el lenguaje utilizado te diría: Qué buena sátira Dani, un real saludo para ti y gracias por escribir.
ResponderBorrar