Qué hice mal
Hoy, cuando más necesito tu sosegada compañía, ya no estás.
Una noche te alejaste y todavía estoy esperándote. Quise desesperadamente encontrarte, pero no volviste. Fueron tantas las veces que te cuestioné el porqué, pero sólo me escribiste una sencilla nota en un papel deciendo: ya no te quiero.
Una noche te alejaste y todavía estoy esperándote. Quise desesperadamente encontrarte, pero no volviste. Fueron tantas las veces que te cuestioné el porqué, pero sólo me escribiste una sencilla nota en un papel deciendo: ya no te quiero.
Huíste de mi presencia desgarrando de mi pecho este corazón que estaba encadenado a ti. Has de saber que los sentimientos de felicidad que tu presencia me inspiraba, desaparecieron como el sol que es cubierto por la tormenta invernal.
No sé qué haré para aceptar esta realidad porque no recibí tus razones. Veo que es una consecuencia que no se ajusta a la causa, pues fui tan honesto y entregado contigo, que no encuentro una explicación.
No sé qué haré para aceptar esta realidad porque no recibí tus razones. Veo que es una consecuencia que no se ajusta a la causa, pues fui tan honesto y entregado contigo, que no encuentro una explicación.
Ahora las noches se pierden mientras busco con la mirada en el profundo vacío del cielo nocturno, alguna respuesta a la pregunta que en mi mente no deja de atormentarme: ¿Qué hice mal?
Me pasó lo mismo.
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