Amarte me resulta natural
Callado, te miraba entre la oscuridad; tú dormías, yo te pensaba. Recordaba cuando nos conocimos, el primer beso en tus labios, y la forma en que nos amamos. Encontré un tesoro después de tanto buscarlo. Ahora, tú estás entre mis brazos.
Los días que paso a tu lado, son para gozar de tu ingenio, para admirarme de tu inteligencia, cobijarme bajo tu fuerza, aprender con tu madurez, alegrarme con tus sonrisas, deslumbrarme con tus ojos, o para pintar mi vida con tus colores. Yo quisiera entregarte tanto como recibo, pero sólo puedo amarte, porque me resulta natural.
Ya no tengo tiempo para dedicarte versos, porque prefiero pasar mi tiempo: acariciando tu rostro con mis manos, rozando mis mejillas con las tuyas, contemplándote en silencio, o conversando mientras andamos... en fin. Vivir junto a ti es todo lo que quiero, vivir como si este día fuese el último, pero esperando uno más, y otro, y otro, para volverte a amar.
Por las mañanas, al despertar, mi primer pensamiento eres tú. Y quizá no puedas creerme, pero hay veces que cuando te recuerdo —o si te escribo—, lo hago con los ojos nublados, porque no puedo tenerte todo lo que quisiera, porque aún no soy uno contigo, pero presiento que seguimos en el buen camino.
Si acaso el amor se puede sentir en palabras ... éste es el caso. TAEdpy.
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