El hobbit: la batalla de los Cinco Ejércitos - Crítica

Si te gustan las películas de efectos especiales, no quieres pensar y disfrutas las aventuras con  mucho valor de los protagonistas, esta película es obligada para ti.

Dormí al menos 30 minutos de película y enhorabuena. Después de las peleas iniciales entré en un profundo sueño hasta poco antes de que los ejércitos de elfos y enanos estaban frente a frente. Felizmente me perdí todo el rollo de frases forzadas con aires de valor y realeza.

Es que después de tantas películas de hobbits y anillos, ya es bastante tedioso aguantarse el ritmo de películas de este género. Todo resulta previsible, los "buenos" siempre dignos y valientes, los "malos" siempre en apariencia fuerte y grande, con músculos que el mismo "chuachue" envidiaría, recias armaduras y armas poderosas. Pero cuando pelean los buenos contra los malos, estos últimos mueren como hormigas, un sólo bueno puede matar al menos 30 malos sin sufrir una herida, es más, ni llegan a despeinarse ¿O no?.

Lo bueno de la película es que los efectos especiales son de lo mejor, las peleas, aunque previsibles, entretienen, "maz naahh". La historia se desarrolla  luego que los principales desean  algo del lugar donde vivía cierto dragón asesinado por una flecha en su punto débil (¿Aquiles?). Allí se juntan los buenos y luchan contra los malos, con peleas que ya sabemos cómo acabarán, además de un rey que se redime por su ambición, pero que -naturalmente- tiene que morir pidiendo perdón y luego de mostrarse como héroe (Igual a Boromir en el El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo). Hacia el final las peleas particulares resultan entretenidas, pero cuando termina la batalla, lo mejor es fugarse del cine porque siguen varios minutos todavía más aburridos y absolutamente previsibles.

Mérito a parte para la elfo Tauriel, la actriz tiene una belleza particular con esas orejas alargadas y un cabello lacio castaño que le combina muy bien. Su presencia iluminaba el cansino desarrollo de la historia. No me queda claro qué sucede con la simpática elfo luego de la batalla.

Había muy poca gente en el cine, precisamente una familia detrás mío cotorreaba como en un almuerzo dominguero y era notorio cuando no habían peleas, pero felizmente sentí el llamado de morfeo y desperté cuando el ruido era mayor y los condenos barullos ya no se notaban. Pero si alcancé a oír que decían "bésala, bésala" y tonterías como estas, al menos ellos si disfrutaron esta porquería de película.

Asistí porque la crítica prometía algo mejor y porque me faltaba una visita para completar mi nivel plata en el cine. En verdad no es la clase de película por la que pagaría, es más bien la que vería un domingo antes de dormir cuando estoy aburrido.