Mundial Brasil 2014: El Brasil - Croacia y la psicología del hincha peruano

Brasil - Croacia

Y empezó el mundial de la corrupción... El Gobierno Brasileño se ha gastado mucho más dinero del que había presupuestado para este mundial, además ofreció más elefantes blancos (estadios) que los solicitados por la FIFA.

Con el debut de la selección brasileña ante la de Croacia, se esperaba que la fiesta deportiva superara toda la polémica que ha generado en estos años la preparación del mundial. Lamentablemente no fue así.

Parecía que la corrupción había llegado hasta el mismo centro de la fiesta. Un equipo brasileño sin brillo y sin coraje, desplegó al mejor de sus jugadores cuando perdía 0-1: el árbitro Nishimura. Este señor parecía un incompetente y hasta se podía pensar que estaba vendido. No se puede asegurar lo segundo, pero es dificil de explicar cómo pudo errar gravemente en sus fallos. El diario El Comercio lo dice claramente:

1. En el minuto 26,  Neymar cacheteó a Modric y Nishimura le sacó tarjeta amarilla. Lo hizo tras medirlo, meterle el codo y luego hasta un empujón. La falta fue una agresión directa. Si le sacaba la roja, habría estado perfecto.
2. En el minuto 71, Fred fuerza una jugada en el área croata y se deja caer levemente. Le tocaron el hombro, pero producto de una fricción normal en un juego de roce. El japonés interpretó penal y Neymar selló el 2-1.

Ya casi estamos acostumbrados a ver estos papelones, recordemos el partido Brasil - Turquía del 2002.

Pero no es que yo deteste a las selecciones brasileñas, en realidad es que detesto la mediocridad de los hinchas peruanos. Les voy a explicar el porqué.

La gota que colmó mi vaso de la tolerancia fue en las eliminatorias para el mundial Japón-Corea 2002. Aquí el extracto tomado de RoyalTrilogy:

"Allí comenzó el declive en mi entender porque Perú encaró el partido como si una derrota estuviese en los planes normales, cuando en la primera fecha, Colombia –rival directo- había empatado 0-0 en Bogotá. Perú salió a jugar como si fuese visita y a no arriesgar y en un descuido, Brasil nos vacunó y puso el 1-0 y así terminó el partido. Pero, pese a la derrota, seguía el optimismo, porque en muchos diarios hasta se celebraba el que Brasil no nos hubiera goleado. Pensamiento mediocre y limitado."

Y en esa misma eliminatoria, Chile venció a Brasil por 3 a 0 en Santiago de Chile. Pues así son los araucanos y mapuches, así son los de la estrella solitaria.

Todavía recuerdo que preguntaba a la gente sobre el resultado en Lima; recibía la respuesta típica: "Perdimos. ¡Pero fue con Brasil!" Qué fracasados y conformistas somos. ¿Verdad?

No entiendo porqué Brasil está tan arraigado en la mente de los peruanos que gustan del fútbol. Hoy, durante la emisión del partido, todos los cuchitriles estaban llenos de estudiantes vagos sujetando fuertemente sus cervezas. Estaban tan contentos con la victoria de este equipo, que parecían brasileños. ¡Qué loosers!

Otra de las estupideces de mis coterráneos es la clásica frase: "Ahora vamos a apoyar a xyz (país) porque es sudamericano".Cuando le comento esto a un europeo, no lo entienden, no encuentran la lógica. En mi caso apoyo un equipo por ser bueno.

Naranjito

Quizá la psicología de esta mediocridad de los hinchas peruanos se deba a que están impedidos de aplaudir y corear a la selección -super mediocre- peruana, porque no lo ven jugar desde España 82. Todavía resulta más frustrante porque parece que no estará en algún mundial en muchos años mas. Yo si recuerdo a naranjito. ¡Lero lero!

Entonce, como no pueden corear a los propios, por antítesis, el subconciente de la sociedad busca consuelo en su opuesto, en un equipo victorioso, siempre respetado y con oportunidades de campeón: Brasil.

Por ejemplo, en los años del presidente más ineficiente e incompetente que ha visto el Perú, desde su fundación en 1821, me refiero a Alan Damián García Pérez, era voz popular decir que todo lo extranjero era mejor que lo nacional. Y ciertamente lo era.

Hasta que llegaron los tiempos del japo Fujimori y cambió todo, es otro Perú desde 1990, es otra República. Ahora nos sobra orgullo para hablar de la comida, en menor medida de la ropa, de los recursos naturales, de la historia que nos precede y hasta del siempre derrotado Ejército Peruano. Lo único que no cambió, fue el fracaso del fútbol peruano y la corrupción.