Quería escribir y nada más
Alguna vez oí que un escritor, para que sea un buen escritor, debe escribir como si nadie fuese a leer su composición; quiero decir con honestidad, con franqueza, expresarse sin miedo a la crítica, como cuando piensa sin hablar, o escribe para sí mismo en su diario. Y quizás hoy quiero hacerlo, pero no sé si pueda serlo. El asunto es que albergo la nostalgia dentro de mí, y no es la nostalgia desoladora que arrasa con la mente hasta dejarla consternada. No, esa no es. Es la que se combina con la resignación; aquella que resulta en la obligada aceptación, marchitándome lenta e infinitamente. La depresión también muta; pero depresión finalmente. Hoy quería ir al cine y a un concierto de música andina por la noche, pero estaba muy agotado y medio enfermo. Regresé a casa al caer la tarde y quedé dormido profundamente; talvez no tan profundo porque pude recordar parte de mis sueños al despertar. Pero dos horas después volvió el sopor, solo que ahora deseaba escribir y oír música suave, con