Nietzsche, el hombre
Siempre fui incrédulo con el final de la película titulada "El día que Nietzsche lloró", porque me parecía imposible que aquel que teorizó de la muerte de dios y del superhombre, no piense que este es el mayor bien; y es en la última escena donde lo plantea la película.
Ver: Crítica a El día que Nietzsche lloró
Sin embargo... parece que sucedió algo similar. Según una biografía que encontré de él (y que no he podido verificar), Nietzsche, cuando ya entraba en la demencia y perdía toda razón, realizó un dibujo postrado en su cama, quizá su más profundo secreto, quizá su mayor anhelo:
Este boceto no es el original, pero fue lo que —supuestamente— el filósofo dibujó. Si asumimos que dibujó realmente con esta temática, pienso que cuando ya su mente estuvo superada por la parálisis progresiva (posible consecuencia de sífilis) y sus jaquecas, antes de caer en el estado catatónico (o vegetal), se liberó su subconciente.
La soledad y la ausencia de afectos en la vida diaria son muy perjudiciales para nosotros y puede llevarnos a la muerte; pero si esto lo multiplicamos con sus enfermedades, el autor del Übermensch no tenía opción de superarlo.
El superhombre fue su idea, no su realidad en la profundidad de su psique. Esto no le resta valor a su ideal más elevado. Aún creo tanto en el superhombre como él. Quizá Nietzsche no alcanzó su propio ideal, pero existió uno que sí lo alcanzó, y fue justamente alguien que él mismo criticó en uno de sus libros: Sócrates.
En el fondo, muy en el fondo, Nietzche era tan humano como cualquiera de nosotros. Ya sea que ese boceto sea real o no, parece que su anhelo humano era ser aceptado y amado.
Te entiendo hermano, te entiendo.
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