Una noche sobre el río
A medianoche crucé el puente sobre el río, me detuve en la corta terraza que se sobrepone a las torrentosas aguas y, desde allí, contemplé como la corriente fluía hacia el horizonte, por entre la quebrada que durante millones de años, ha sido labrada ininterrumpidamente por la fuerza del caudal.
Aquella hora especial, era la culminación de una lluvia que se extendió toda la tarde y hasta la noche. Las aguas se tiñeron de limo marrón, el rugido de la corriente afloraba desde lo más hondo, la frialdad refrescante, la agradable sensación de limpieza en el ambiente, sumados al silencio de la medianoche, me permitieron dejar que mis sentimientos de nostalgia afloren, con la esperanza de poder tirarlos a la corriente.
Ya recostado sobre la baranda, recordaba, pensaba y concluía. Mis sentimientos me traicionaron, la nostalgia no se perdió en el horizonte junto al raudal, se quedó a mi lado, susurrándome al oído, cosas que me duelen conocer, las posibilidades que nunca voy a tener, y las derrotas sufridas en este campo de batalla, también llamado vida.
Fueron mis ojos los que se llenaron de debilidad, pero mi pudor pudo más, reuní fuerzas y contuve el aliento, en tanto miraba desde lo alto, como un ave palmípeda llegaba volando y se posaba en los bajos, en una de las rocas que definen el cauce, diez metros delante mío.
Decidí alejarme del estruendoso, rodear el acantilado y perderme en la distancia; abandonar las memorias ancestrales de tantas personas que sintieron, en una noche de lluvia, el deseo irrefrenable de verter sus lágrimas en el río.
Fueron mis ojos los que se llenaron de debilidad, pero mi pudor pudo más, reuní fuerzas y contuve el aliento, en tanto miraba desde lo alto, como un ave palmípeda llegaba volando y se posaba en los bajos, en una de las rocas que definen el cauce, diez metros delante mío.
Decidí alejarme del estruendoso, rodear el acantilado y perderme en la distancia; abandonar las memorias ancestrales de tantas personas que sintieron, en una noche de lluvia, el deseo irrefrenable de verter sus lágrimas en el río.
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