Tacna está de fiesta
Uno de los más célebres poetas que Tacna entregó al mundo, nos ilustra el sentimiento indómito de Tacna por la libertad. Como cada 28 de agosto, Tacna celebra el día de su reincorporación al seno patrio.
Prince
El Circo por el pueblo está invadido,
y allí, causando admiración y pena,
Prince, el león de espléndida melena,
se revuelca en su jaula enfurecido.
Mira a la turba con el cuello erguido,
y al sentirse amarrado a una cadena,
hunde la garra en la candente arena
y grita "¡LIBERTAD!" con un rugido.
Como esa fiera indómita y altiva,
conozco yo otra de inmortal renombre
que también ruge porque está cautiva.
No es Prince, no, su soberano nombre;
no está en el Senegal su patria magna;
Su patria es el Perú... Su nombre es Tacna.
Federico Barreto.
Desde el destierro
De mi suelo natal estoy proscrito,
y al verme aquí, tan lejos de mis lares,
la indignación ahoga mis pesares,
y en lugar de una queja, lanzo un grito.
¿Cuál fue, decid, mi crimen inaudito?
¿Adorar a mi patria en sus altares?
¿Consagrarle mi brazo y mis cantares?
¡Pues hónranme la pena y el delito!
¡Madre Tacna! Soporta tu tormento
con el valor del mártir en la hoguera.
¡Muéstrate grande hasta el postrer momento!
Fija está la humanidad entera.
Sufre, pero no lances ni un lamento!
Muere, pero no cambies de bandera!
Federico Barreto.
Prince
El Circo por el pueblo está invadido,
y allí, causando admiración y pena,
Prince, el león de espléndida melena,
se revuelca en su jaula enfurecido.
Mira a la turba con el cuello erguido,
y al sentirse amarrado a una cadena,
hunde la garra en la candente arena
y grita "¡LIBERTAD!" con un rugido.
Como esa fiera indómita y altiva,
conozco yo otra de inmortal renombre
que también ruge porque está cautiva.
No es Prince, no, su soberano nombre;
no está en el Senegal su patria magna;
Su patria es el Perú... Su nombre es Tacna.
Federico Barreto.
Desde el destierro
De mi suelo natal estoy proscrito,
y al verme aquí, tan lejos de mis lares,
la indignación ahoga mis pesares,
y en lugar de una queja, lanzo un grito.
¿Cuál fue, decid, mi crimen inaudito?
¿Adorar a mi patria en sus altares?
¿Consagrarle mi brazo y mis cantares?
¡Pues hónranme la pena y el delito!
¡Madre Tacna! Soporta tu tormento
con el valor del mártir en la hoguera.
¡Muéstrate grande hasta el postrer momento!
Fija está la humanidad entera.
Sufre, pero no lances ni un lamento!
Muere, pero no cambies de bandera!
Federico Barreto.
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