Chile: 9 de cada 10 matrimonios se divorcian

Leyendo la noticia en emol.com, decidí recurrir a la misma fuente que cita este diario. La página web Separados de Chile nos enfría la primavera con estas crudas estadísticas: 9 de cada 10  matrimonios se divorcian; la información está actualizada al 30 de setiembre del 2011.

El artículo también nos da una cifra escalofriante que la cito textualmente: Una serie de estudios realizados por la agrupación han concluido que es en esta fecha, que coincide con la llegada de la primavera, cuando se incrementan los registros de divorcio e incluso en algunos días éstos superan a la cantidad de matrimonios que se celebran en el territorio nacional.

Sorprendentemente, una de las dos principales causas de divorcio es el factor económico, que totaliza el 40.3%; la otra principal causa es la infidelidad. No encontré la estadística del sexo del solicitante del divorcio.

Como hijo de un matrimonio desecho por la infidelidad, no puedo menos que expresar mi crítica a los deseos personalistas de uno o de los dos cónyuges. El amor y el compromiso quedaron en las leyendas medievales. Los hijos ya no son motivo para mantener el matrimonio, quizá el futuro de la humanidad sea como nuestro pasado. Miremos a los animales, las hembras son quienes cuidan a las crías y los machos viven aisladamente buscando con quién aparearse en la siguiente temporada de celo.

Curiosamente, la semana pasada vi un matrimonio que celebraba sus bodas de oro, así como mis abuelitos la celebraron hace más de una década. Pero la triste realidad de un mundo mejor nos golpea con su fuerte brazo y nos obliga a reflexionar en nuestros propios actos y decisiones. Para los que creemos que el matrimonio es hasta que la muerte los separe, es la hora de perseverar.

¿Qué pasa luego del divorcio?

Aquí te lo digo en números, con datos del 2001 y los encontrarás en Catholic.net.

• Chile: 76% de los jóvenes encarcelados no cuenta con padres casados, 44% proviene de familias nucleares y 64% proviene de embarazos adolescentes.
• USA: 75% de delincuentes juveniles violentos ha sido víctima de violencia intrafamiliar, 50% de encarcelados proviene de familias monoparentales; 60% de reclusos por robo, 72% de asesinos juveniles y 70% de condenados a cadena perpetua crecieron en familias sin padre.
• USA: los abusos sexuales de niñas por parte de los padrastros es superior 6 a 7 veces llegando incluso a ser 40 veces superior, que los abusos sufridos por las hijas por parte de sus padres biológicos en familias intactas.
• USA: En 1950, por cada 100 niños nacidos, 12 ingresaban a una familia rota: cuatro nacían fuera del matrimonio y ocho sufrieron el divorcio de sus padres. A mediados de los 90, 58 de cada 100 niños nacidos ingresaron en hogares destruidos.
• USA: 60% de hombres y mujeres que han traído niños al mundo no pueden soportarse mutuamente lo suficiente como para criarlos hasta la edad adulta.
• USA: 25% de americanos entre 18 y 44 años de edad provienen de “familias divorciadas”, 40% de adultos casados en los 90 llegaron al divorcio.
• USA: 45% de nuevos matrimonios terminan en divorcio. 60% de segundos matrimonios llegan al divorcio.
• Suecia: el 50% de los matrimonios termina en divorcio.
• España: el 10 a 12% de los matrimonios termina en divorcio, pero sólo el 60% de las mujeres españolas se casa.

Los hiijos de los divorciados

Para aportar un poco más, aquí les dejo un enlace sobre los hijos de los divorciados, que es claro y contundente en sus breves líneas. Y no queda más que rematar con las frías estadísticas de un estudio realizado en Inglaterra y tomado de Inteligencia Emocional:

En un estudio de seguimiento de una muestra nacional de 5.362 niños nacidos en la misma semana de 1946 en Inglaterra, se encontró que el 36.5% de los hombres cuyas familias se habían visto afectadas por un divorcio o separación antes de los cinco años, sufrían algún tipo de psicopatología o falta de ajuste social y fueron hospitalizados antes de los 26 años por enfermedades psiquiátricas de tipo afectivo o por úlceras gástricas, colitis o se hicieron delincuentes hacia los 21 años, comparados con el 17.9% de los hombres provenientes de familias no divorciadas. En este mismo estudio de Wadsworth, Pekham y Taylor (1985), también se encontró que el 26.3% de las mujeres cuyas familias se rompieron antes de los 5 años, fueron hospitalizadas por enfermedades psiquiátricas o por úlceras gástricas, colitis o se hicieron delincuentes hacia los 21 años o se separaron o divorciaron antes de los 26 o tuvieron hijos ilegítimos, comparadas con el 9.6% de las familias que no sufrieron divorcio.

El 29% de los hombres cuyas familias se rompieron antes de que cumplieran 16 años, sufrieron antes de los 26 años, problemas psicopatológicos o de inadaptación social o se divorciaron o separaron antes de los 26 años, comparados con el 18% de los hombres de familias intactas.

El 21% de las mujeres cuyos padres se divorciaron antes de los 16 años, hacia los 26 sufrieron lo mismo que los hombres o tuvieron hijos ilegítimos, comparadas con el 10.1% de las mujeres de familias no divorciadas.

También en este interesante estudio longitudinal se demuestra que los hombres de familia de clase social trabajadora, hijos de padres divorciados, a la edad de 26 años, ganaban de forma significativa menos ingresos si se los comparaba con los hombres de familia no divorciados.

Igualmente encontraron que los hijos de ambos sexos, de padres separados, tenían una vida académica significativamente menor que sus pares de familias no divorciadas.

Es de hacer notar que los hijos de padres fallecidos tenían poca repercusión en la diferencia en los logros académicos de hijos de padres no divorciados, lo que demuestra que el divorcio impacta aún más psicológicamente que la muerte que los seres queridos.

Mi conclusión: el divorcio es el futuro

Pero ni ante esta cruda realidad la legislación fortalece el matrimonio, es más bien, todo lo contrario. Cada día, en todos los países, la leyes son más flexibles y permisibles hacia el divorcio, ahora se cuentan con muchas facilidades para separarse del cónyuge; ya quisiera yo que el pago de impuestos fuese tan flexible como el divorcio.

La familia dejó de ser la célula de la sociedad, ahora sólo cuenta la felicidad propia. Como no hay  niños ni adolescentes en el congreso, como no tienen representación, las leyes se hacen para beneficio de los adultos y de su derecho a ser felices; si acaso tienen alguna responsabilidad, sólo es económica y negociable.

Esta es mi es paradoja: los hijos asumen las consecuencias de los actos de los padres, tienen que hacerse adultos siendo niños y perder su felicidad, para que sus padres sean felices como si fueran niños.