Devórame otra vez
La noche avanzó con normalidad, con el gusto de tu piel en mi boca... pero de manera súbita cambió, cuando tus labios se llenaron de mi sabor. En esa oscuridad, cuando las sábanas nos escondieron de la luz que se cernía por las cortinas, tu compañía me llenó; pero fue entre tu dominio, que mis sentimientos se desbordaron.