En verdad me dediqué para encontrarte, como si fuese la última oportunidad de amar, la ocasión de escribir una historia que tenga un final feliz, cerrar el libro de un pasado doloroso, de verme al espejo con una imagen a mi lado, ya nunca más solo. Si la línea entre el amor y el odio se hace tan delgada, yo estoy sobre esta, en el límite, en el postrero aliento de un enamorado, en el despertar del rencor, de un resentimiento por el interminable juego del gato y del ratón, yo siempre buscándote... y tu siempre huyendo, no sin dejarte atrapar un par de veces.