Finalmente llegó ese día, el último día. Y de todas las líneas que recibí, sólo recuerdo una: "no quiero volver a verte". Las olas del tiempo avanzan incesantemente; más yo quedé congelado en el instante cuando me dijo adiós, en el desconsuelo de la nada, ¡en la maldita historia ya antes contada! En el final conocido, con el miedo de lo sabido, con el futuro cantado... pero nunca superado. Los sueños están desechos, la esperanza fue abandonada; la vida será como antes: incípida, desabrida, intrascendente. Seguiré el viejo camino obligado, con mi brillo que se apaga, con una sombra que me gana. Allí se va ella; mientras yo me quedo acongojado, con lágrimas y versos, con el triste sonido de mi quena solitaria, llorándole al viento. Esta noche, ¡en esta última noche! Quiero verla o moriré. Viajaré para encontrarla por un sendero desconocido, por donde nadie más puede volar. Acortaré esa distancia, venceré los miedos y las penas; pero llegaré a sus pies para acariciarlos, la a...