No. Hoy no vengo a comprar acciones para mantenerlas, o para venderlas el próximo año, ni el próximo mes; es más, ni para la próxima semana. Frente a un panaroma mundial de posible estanflación, con la volatilidad alta y precios de compra altos, no deseo comprar para venderlas mañana, solo deseo comprar por la mañana para venderlas pasado el mediodía. Los tiempos de la paciencia quedaron atrás, excepto para las bolsas ilíquidas como la peruana, pero en las demás se necesita una gestión inmediata. No. Hoy no es matar o morir, hoy salgo a matar, a romper, a levantar todo el capital posible que está circulando por ahí. El tiempo se agota, la crisis se acerca, ya se sienten sus pasos, el suelo está temblando; seguro es un gigante, un coloso, un titán. La noche anterior estuve estudiando los índices "neoyorkinos", detectando en los indicadores espectativas alcistas para el día siguiente. Luego busqué la víctima: un ETF apalacando por 3. Sí, de lo más riesgoso. Así inicié...