Adiós 2017
Es 25 de diciembre por la mañana y como de costumbre depierto a las 9 de la madrugrada. —La nochebuena fue cuanto esperaba: con toda la familia reunida; valió la pena el viajecito. Es hora de correr las cortinas y abrir una de las ventanas, está muy oscuro. Y mientras la luz del día ingresaba a mi antiguo aposento, surgió una pequeña preocupación.