Pero el dolor y la ira que Candice estaba reprimiendo dentro de sí misma, finalmente comenzaron a afectar su salud. Una noche, cuando tenía 16 años, la llevaron de urgencia al hospital con un dolor en el pecho tan severo que se temía que estuviera sufriendo un infarto. "Al día siguiente, el médico nos sentó a mí y a mi madre y me dijo: 'No estabas teniendo un ataque cardíaco, pero en mis más de 20 años de experiencia, nunca había visto síntomas de estrés tan graves en alguien de tu edad'", cuenta Candice. "Comenzó a señalar todas las cosas que se estaban manifestando en mi cuerpo, todas las úlceras, todos los síntomas, y dijo: 'No sé cómo decirte esto, pero tu cuerpo te está matando y si no haces cambios creo que realmente vas a morir' ". Candice reconoció entonces que había un problema. "No era feliz, no estaba sana y, para ser honesta, ni siquiera estaba viviendo", dice. (...) "Yo pensaba: 'no, él ya mató a mi padre y ahora me e...