Starman
Sucedió en uno de esos sábados cuando la jornada de trabajo fue largamente superada, sorprendiéndome la medianoche mientras caminaba a casa, lentamente, meditativo en los secretos de la vida que se esconden a nuestro intelecto y que, afortunadamete, sólo pueden ser descubiertos mediante la investigación directa, es decir mediante la experimentación. Los árboles que circundan mi vecindario perfuman el ambiente; muy pronto la naturaleza me acompañaba en ese tardío recorrido, en donde las luces de la ciudad no penetran con facilidad aquellas áreas verdes. Después llegué hasta al arroyo que marca el límite de la arboleda con la calle donde vivo, deteniéndome casi a la mitad sobre esos cinco metros de cemento y fierro que, recostados de una orilla a la otra, me permitían observar claramente las estrellas.